Hace ya algunos meses dentro de mis primeras aportaciones para Globalmedia (12-sep-2016), hablé sobre la importancia que tiene la formulación y evaluación social de los proyectos de inversión, donde recalcaba que de no existir este análisis de factibilidad sobre las obras que hacen o que pretenden llevar a cabo los gobiernos podrán incurrir en grandes gastos y las obras solo quedarán como elefantes blancos de lo cual, en nuestro país, por cierto, hay muchos ejemplos. En los últimos días se ha dado a conocer algunas de las obras que pretende realizar el gobierno por entrar, donde se habla de dos grandes obras: construir y modernizar las refinerías, así como lo que pretende ser la gran obra del sexenio el famoso tren maya, sin embargo, quedan varias dudas al respecto y no está en el ánimo de cierta parte de la población el que estas obras vayan a ser el detonante del crecimiento del país. En la mayoría de las ocasiones las obras gubernamentales, principalmente las realizadas por el gobierno federal son bienvenidas y llevan consigo un gran dispendio de efectivo y crecimiento en las zonas donde realizan, pero estas obras solo han tenido un efecto de crecimiento temporal. Y precisamente para evitar estos crecimientos intermitentes es necesario que se analicen diversos aspectos alrededor de los proyectos y entre ellos impacto económico, social y ambiental de los mismos en las zonas de afectación, y la proyección de los beneficios en cierto tiempo. En pocas palabras toda obra tendría que llevar consigo estudios de factibilidad social que permita conocer con mayor certeza la pertinencia y permanencia del proyecto mismo y que nos asegure que no corresponden a simples caprichos del gobierno en turno, con estas evaluaciones –siempre y cuando se hicieran por profesionales- se evitaría pedir la anuencia de la población para llevar a cabo una obra en donde a todas luces lo población en general salga beneficiada. @Oliver_Arroyo