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La necesidad política doméstica otorga una enorme importancia a los 53 consulados de México en los Estados Unidos, que deben atender y en alguna medida proteger los derechos de los alrededor de doce millones de mexicanos radicados en ese país
00:02 miércoles 9 abril, 2025
ColaboradoresEl paro temporal en dos Consulados Generales de México en Estados Unidos por la demora en pagar salarios a los empleados locales podría ser visto como una tormenta en un vaso de agua, pero es el síntoma de un problema mucho mayor.
De hecho, es una señal de los problemas que enfrenta la Secretaría de Relaciones Exteriores, obligada por las circunstancias internas y externas a hacer cada vez más con cada vez menos recursos.
No es un tema nuevo en la Cancillería, maltratada por años en las asignaciones presupuestales, pero con responsabilidades enormes y con una importancia a veces menospreciada y en ocasiones ninguneada por mandatarios, incluso el presidente Andrés Manuel López Obrador, que como otros, la usó para enviar fuera del país lo mismo a amigos o protegidos que a viejos adversarios que negocian políticamente. No pocos embajadores y cónsules actuales lo son menos por méritos y conocimientos que por razones ajenas a la diplomacia.
Para nadie es un secreto que la idea de empleados del gobierno mexicano que ganen en dólares estadounidenses parece absurda y que como se lamentó algún presidente, ganen aún más que el propio mandatario, es una señal de la relativa ignorancia en torno a las realidades de las circunstancias internacionales y la política exterior.
De hecho, bien podría afirmarse que la política exterior está en un segundo plano pese a su importancia, tanto por atención a la diáspora mexicana como por los vínculos políticos, sociales, económicos y comerciales de México con el mundo.
La necesidad política doméstica otorga una enorme importancia a los 53 consulados de México en los Estados Unidos, que deben atender y en alguna medida proteger los derechos de los alrededor de doce millones de mexicanos radicados en ese país.
Algunos de esos consulados podrían ser, por ubicación y derecho propio, verdaderas embajadas.
En ese marco, si los miembros del Servicio Exterior -por carrera o por contrato temporal- luchan económicamente debido a salarios que no han sido actualizados y falta de recursos que limita su movilidad en todos sentidos, desde cambios de adscripción hasta ascensos y aun el apoyo para mudanzas, la situación de los alrededor de 1,500 empleados locales es tanto más precaria.
En su mayoría son mexicanos que viven en Estados Unidos y cuyo trabajo es atender a los connacionales. Pero sus salarios son inferiores y dependen de su pago puntual. Esta vez, la propia presidenta Claudia Sheinbaum salió al quite para subrayar que la demora se había originado en algunos ajustes administrativos en la Secretaría de Hacienda, y anunció cambios en varios a partir de un diagnóstico realizado por el gobierno federal.
Pero a reserva de sorpresas, uno de los puntos de ese diagnóstico deberá abordar la necesidad de más recursos para que la primera línea de defensa de los intereses de México en el mundo, la cancillería y sus integrantes, pueda cumplir sus funciones.
POR JOSÉ CARREÑO FIGUERAS
COLABORADOR
@CARRENOJOSE