La vida nocturna en el Centro Histórico capitalino es un tema aparte, muy aparte del tema del ambulantaje, del comercial. Nadie niega que el epicentro de una ciudad deba tener una vida diurna y nocturna. Entre comercios establecidos, el ambulantaje debidamente controlado, restaurantero, recreativos y de diversión para todos los gustos, edades y sectores.

Lo que si no debe de permitirse es el insolente e indignante desorden y anarquía en el que el centro histórico capitalino potosino esta cayendo en las últimas décadas. Actualmente el municipio de Enrique Galindo a través de su Dirección de Comercio esta combatiendo el desorden, tratando de enderezar el camino que desastrosamente la administración de Xavier Nava dejó. Un reparto de licencias de antros y bares descontrolado y sin ninguna formalidad para ello. Como volantes en crucero.

Tema que, según Jorge García el titular del área comercial municipal, están combatiendo.

Y mal harían si no. El problema es que debido a las irregularidades e ilegalidades en que se incurrió al otorgar dichos permisos, deben de revisarse uno a uno su situación legal y evitar meter en problemas jurídicos al Ayuntamiento.

“Herencias malditas”, dicen algunos.

Herencias traducidas en ventas desmedidas de alcohol o drogas, ruidos y riñas hasta altas horas de la madrugada.  Una pésima planeación de las vías de comunicación adecuado, que desembocó en colocar una ciclovía en el corredor de la Av. Venustiano Carranza, desde Tequis hasta las puertas del centro, y que terminara con la vida económica de este sector.

Debe buscar también el municipio en encontrar la solución inmediata. Repetimos. Nadie quiere una nula vida nocturna en el centro capitalino, nadie.

Lo que se quiere y busca es el orden que nos permita vivir en paz y tranquilidad.

A todos.

Vecinos y visitantes. Hasta el lunes…