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Compartió su testimonio para que si eres una mujer embarazada; tienes una hermana, esposa, amiga, conocida, pueda ayudarte su experiencia
18:19 jueves 20 mayo, 2021
San LuisMaría Fernanda Pozos es maestra educadora de 30 años de edad, actualmente con 25 semanas de embarazo; y como muchas mujeres en su condición, también tuvo miedos, dudas, inseguridades, sentimientos encontrados y nervios para aplicarse la vacuna contra la covid-19. La oportunidad para que mujeres embarazadas mayores de 18 años también llegó a San Luis Potosí, Fernanda, compartió su testimonio para que si eres una mujer embarazada; tienes una hermana, esposa, amiga, conocida, pueda ayudarte su experiencia. Explicó aproximadamente en febrero pasado, al enterarse que las y los maestros serían vacunados en San Luis Potosí ya tenía doce semanas de embarazo, lo que recurrió con su ginecólogo para despejar sus dudas; pero le recomendó -en un primer momento- esperar para conocer más sobre la reacción del biológico. Sin embargo, la postura del médico cambió a las pocas semanas, cuando se conocía que sería la vacuna CanSino, esto motivó para recomendarle aplicarse el biológico. “Ahora sí te la recomiendo”, le dijo. Fernanda confió, y tomó la decisión de vacunarse contra el covid-19. Pero, en medio de una era digital, las dudas también llegaron con mucha información en redes sociales. “En San Luis comenzó a ser una realidad de vacunarnos, ser un beneficio. Pero las redes sociales en diversos grupos (…) se empezó a correr la voz que en tal estado no están vacunando maestras porque es Cansino y no es segura; en otros que sí, pero con el visto bueno del doctor…” Narra Fernanda que también supo de información que circuló, supuestamente del gobierno federal, donde indicaba no haber estudios sobre su reacción en mujeres embarazadas o en lactancia, pero decían que la vacuna no había sido estudiada en mujeres embarazadas, pero su composición, no implicaba riesgo para el embarazo o el producto. “A partir de ahí muchas compañeras comenzaron con dudas y decidir no vacunarse (…) Para mí era muy frustrante porque eran tanto de maestras conocidas, amigas, y todo que comenzaban a bombardear información de imágenes “informativas”, porque eran capturas de pantallas de grupos en Facebook o imagen. Me empezaba a cuestionar mi decisión que ya había tomado, me pusieron a dudar, de nervios; tienes miedo de contagiarte, tienes miedo de que te vacunes y pase algo, y qué pasaría con mi bebé si llego a tener temperatura”. Y además también vinieron los sentimientos encontrados, el estrés, y los ánimos que se manifestaron en lágrimas. “Bastantes nervios, pero a la vez ánimos porque sí me quería vacunar; pero me confía, me ponía nerviosa, ansiosa, eran un montón de sentimientos que llegaron al punto de llorar por no saber qué hacer; e incluso dudar de mi doctor…” Fernanda optó entonces por consultar más especialistas, incluso familiares, donde le comentaron que “corría más riesgo estando expuesta al contagio que vacunada; no veían riesgo ni para mí, ni el bebé”. Luego, también investigó en artículos médicos y opiniones de más especialistas y de científicos; incluso, coincidió la búsqueda del Colegio de Ginecología y Obstetricia de SLP donde su presidente recomendaba la vacuna para embarazadas, lo que, junto con su esposo, decidieron y motivaron a que se aplicara la vacuna. La situación llegó a hacerse realidad finalmente. Al conoces los calendarios y sedes de aplicación, por su apellido, le tocaba hasta el día jueves; pero los mensajes ahora eran más intensos por conocer si se aplicaría o no la vacuna. Su ginecólogo le entregó la autorización médica finalmente. “Pero los mensajes seguían llegando, aún ya estando formada, me recomendaban algunas compañeras pensarlo y de estar a tiempo de tomar otra decisión y cosas así; la verdad estando ya dentro con la enfermera, se me salieron las lágrimas de nervios por el piquete, por los efectos, por mil cosas… ya había tomado mi decisión, pero me tambalearon los comentarios ya estando formada (…) ¡sólo pedía ya basta, en serio basta!”. Reafirmó su decisión de vacunarse, en espera se sintió más tranquila y “lo que Dios quiera, todo estará bien”, expresó. Ya vacunada, en su casa, comparte que sólo estaba dolorida de la zona de aplicación por al menos dos días; somnolienta, cansancio, pero sin mayores reacciones; igual que a otras compañeras embarazadas con buen estado de salud. “Mi bebé sigue super normal, muy bien, también, no he sentido algo diferente; pronto tendré cita con mi médico…” “Claro que da miedo, pero al ver los índices de mortalidad de contagio (en mujeres embarazadas) y los beneficios que tenemos, no me arrepiento de haber tomado la decisión y como otras vacunas, también necesitaremos el refuerzo cada año”. Llamó a las mujeres embarazadas para no tener miedo, que es más el beneficio, más lo que se gana. Recomendó además mantener estrecha comunicación con su médico y consultar siempre fuentes de información verídicas y no información “basura” en redes.