El Banco de México cumple 100 años de existencia en un contexto de debate nacional sobre sus funciones y atribuciones. En este marco, Fernando Castro Rubio, presidente de la Asociación de Empresarios de Bahía de Banderas y Puerto Vallarta, subrayó la importancia de preservar la autonomía de la institución y su papel central en el control de la inflación. En su colaboración para “Así las Cosas”, Castro Rubio recordó que el Banco de México surgió con la misión de garantizar estabilidad y confianza en la moneda, en un país donde, hace un siglo, las transacciones se realizaban principalmente con metales preciosos como oro y plata. “La creación de un banco central permitió organizar el comercio y dar respaldo a la moneda, independientemente de los metales que la componían”, explicó. El dirigente empresarial destacó que la autonomía otorgada al banco en la década de los 90 fue un parteaguas para frenar las crisis inflacionarias que marcaron los años 70 y 80. “Gracias a esa independencia, Banxico dejó de estar supeditado a las decisiones presidenciales y pudo enfocarse en su mandato constitucional: mantener el poder adquisitivo de la moneda”, señaló. En relación con los recientes planteamientos de la presidenta Claudia Sheinbaum sobre incluir el crecimiento económico entre los objetivos del banco, Castro Rubio advirtió que podría generar conflictos. “Si al Banco de México se le ordena promover el crecimiento, se pondría en entredicho su papel central. El crecimiento económico depende de la inversión, la productividad, la educación y la tecnología, no de un mandato legal al banco central”, puntualizó. Sobre el acceso al financiamiento, consideró que debe ser un derecho para todos los sectores y no un privilegio exclusivo. Sin embargo, subrayó que los apoyos gubernamentales deben estar bien regulados para garantizar su retorno e impacto social. Finalmente, Castro Rubio advirtió que el mayor reto para Banxico en el contexto actual es resistir presiones externas y políticas que pretendan utilizarlo como motor de crecimiento. “Lo que corresponde al banco es preservar el poder adquisitivo de la gente, que el dinero que ganan día a día realmente les alcance. El desarrollo económico, en cambio, se logra creando condiciones de certeza jurídica e incentivando la inversión productiva”, concluyó.