CIUDAD DE MÉXICO.- La llamada Ley Seca impuesta durante la cuarentena en algunos municipios y el freno a la producción de cerveza en México por la emergencia sanitaria del Covid-19 provocó el aumento en la venta de bebidas de bajo costo elaboradas con metanol, advirtió Iñaki Landáburu, presidente ejecutivo de la Asociación Nacional de Distribuidores de Vinos y Licores (Andivyl). En entrevista con Excélsior, explicó que esta clase de "bebidas patito", que no son adulteradas sino que tienen su propia marca, siempre han existido y fabrican productos peligrosísimos y totalmente ilegales, sin ningún tipo de control por parte de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) y la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP). Recordó que hasta el momento, los aguardientes de metanol son los responsables de la muerte de al menos 169 personas en los estados de Puebla, Jalisco, Morelos, Yucatán, Veracruz y Tlaxcala. "Ya existían estas marcas pero vendían mucho menos que ahora, por el hecho de que en el mercado había productos económicos como las cervezas, que podían comprarse", detalló. El dirigente de la Andivyl indicó que estas bebidas utilizan lo último de lo último de la destilación de alcohol, que es el metanol, una sustancia tóxica, que en el mejor de los casos puede provocar ceguera. El metanol se usa en anticongelante, fuentes de calentamiento enlatadas, líquidos para copiadoras, líquidos para descongelar, aditivos para combustibles, removedor de pintura y líquidos para limpiar parabrisas. La dosis mortal es menos de una lata de cerveza, que suele ser de 335 mililitros. El 25 por ciento de las personas graves por intoxicación mueren por insuficiencia respiratoria. Ante esta situación, pidió a la gente comprar vinos y licores en tiendas de prestigio para no correr el riesgo de morir envenenados.

"Atacar este tipo de productos es lo que están haciendo, pero desgraciadamente a niño ahogado tapan el pozo, después de que ya pasó, el gobierno debería estar cerrando y metiendo a la cárcel a toda esta gente, porque atenta contra la vida de la población y como siempre de la población más humilde", lamentó.

DESPLOME DEL SECTOR

Iñaki Landáburu dio a conocer que debido a la pandemia, las ventas en el sector cayeron 15 por ciento en marzo, 34 por ciento en abril y 50 por ciento en lo que va de mayo, principalmente por la Ley Seca y el cierre de los centros de consumo como bares, restaurantes y antros. El panorama no es muy alentador, porque los centros de consumo va a tardar en reabrirse, además de que al momento de que comiencen a operar, las normas serán bastante estrictas, por ejemplo, van a tener que estar a 50 por ciento de su capacidad y no podrán haber mesas de más de cuatro comensales", comentó.

Agregó que esperan que la situación se normalice en tres o cuatro meses y en fin de año esté controlado el Covid-19 y puedan seguir adelante. -- ERNESTO MÉNDEZ / EXCÉLSIOR