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Hace unas semanas, comenzó la vacunación de jóvenes de entre 11 y 18 años
15:12 jueves 16 septiembre, 2021
MundoSentada sobre las piernas de su mamá, Lucía, de dos años, veía las ilustraciones de su libro mientras a su alrededor varios pequeños seguían asombrados el despliegue de médicos con batas blancas y enfermeras con termómetros. En una sala contigua Danielito, de la misma edad, lloriqueaba mientras lo inyectaban, al tiempo que un payaso iba y venía intentando distraerlos. Cuba inició el jueves una campaña masiva de vacunación en niños de dos a 10 años con sus propios antígenos contra el nuevo coronavirus, convirtiéndose en una de las primeras naciones en inmunizar a menores tan pequeños. “Nuestro país no arriesgaría ni un mínimo (con infantes) si no fuera una vacuna segura que estuviera comprobado que tiene gran eficacia al introducirla en los niños”, dijo Aurolis Otaño, directora del Policlínico Universitario Vedado, adonde se instaló un salón para las inmunizaciones. El Policlínico esperaba vacunar unos 300 menores de entre dos y cinco años. Los mayores de cinco y hasta 10 recibirían la primera dosis en sus escuelas. “A mí me saltó mucho la duda y me dio preocupación al comienzo, realmente, pero me informé”, dijo a Denisse González, mamá de Lucía, que cubierta por un tapabocas rodeado de sus rizos miraba el cuento mientras esperaba una hora, el tiempo que debían estar en observación los menores tras ser vacunados. “Ante todo está la salud de nuestros hijos, que es lo principal y es un riesgo (el contagio) porque los niños pequeños andan siempre jugando, por el piso”, agregó González, una ingeniera de 36 años. “Hasta ahora la medicina cubana ha dado resultado, confío en que esta vacuna va a ser buena”. En las semanas anteriores comenzó la vacunación de jóvenes de entre 11 y 18 años. El esquema contempla dos dosis de Soberana 02 y una de Soberana Plus, tal como se hizo con los adultos. Cuba enfrenta un pertinaz rebrote de COVID-19 -que llevó al país a casi el colapso de su sistema de salud y al incremento de las muertes- al cual se suma a una crisis económica con carencias de medicamentos y una infraestructura deteriorada. Provincias como Matanzas, Ciego de Ávila y Cienfuegos tuvieron que recibir apoyo de médicos de otras zonas del país y contaron incluso con donativos internacionales.