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Durante más de 45 años atendió a pobres, huérfanos y enfermos moribundos. Su congregación primero se expandió en la India y después por varias partes
00:10 sábado 6 septiembre, 2025
ColaboradoresHace exactamente 28 años falleció la religiosa y misionera católica Agnes Gonxha. Vivió con dos nacionalidades, albanesa e india, y desde 1996 tuvo pasaporte estadounidense, porque la convirtieron en ciudadana honoraria.
Durante más de 45 años atendió a pobres, huérfanos y enfermos moribundos. Su congregación primero se expandió en la India y después por varias partes del mundo.
Tras su muerte, fue beatificada por el Papa Juan Pablo II. Desde los 70, era conocida internacionalmente y adquirió una reputación humanitaria excepcional. Ya en aquellas épocas, cuando la modernidad nos alcanzaba, se ponía como ejemplo de cómo debíamos ayudar al necesitado, en medio de la vorágine de la revolución tecnológica.
Centró sus trabajos en la atención a los más necesitados de la ciudad de Calcuta y se autodenominó como Teresa, en honor a la santa patrona de los misioneros (Teresa de Lisieux).
Obtuvo el Premio Nobel de la Paz en 1979. El discurso pronunciado, en aquella ceremonia, nadie debe perdérselo, más allá de nacionalidad o deidad seguida.
En el mundo de hoy estamos polarizados como nunca. Quizá por las nuevas herramientas de comunicación, que representan la inmediatez de las ideas, que viajan por las redes sociales. Hay bloques o grupos con posiciones enfrentadas y ya se nos acabó a esta generación el gran tono de grises que hay entre el blanco y el negro.
Si tú no piensas como yo, eres un maldito traidor; si tú no estás de este lado, eres un asesino, una basura humana; si no coincidimos, eres un pobre trastornado.
¿Dónde quedaron las propuestas? ¿Dónde quedó la discusión inteligente? ¿A dónde se fue la esgrima mental y el debate constructivo? Todo se fue al cesto de la basura, y lo peor: estamos frente a las pantallas, en múltiples plataformas, que nos prohíben mirar al vecino.
Es verdad, no sabemos ya lo que piensa, padece o necesita el que vive a cinco metros de mí; no nos enteramos de la pena del compañero de trabajo. Perdimos la capacidad de diálogo, y las familias se resquebrajaron. Hoy nos redujimos a un like o un mensaje electrónico despersonalizado.
Ojalá el recuerdo de la Madre Teresa de Calcuta nos regrese a la doctrina simple de colocar al humano en el centro, enfatizando su dignidad, libertad y razón. Y ojalá pudiera, la que fue “la mujer más buena del mundo”, contagiarnos con un poquito de tolerancia.
No solo los políticos, que andan en sus negocios, sino los mexicanos todos, necesitamos de mayor aceptación, aprecio y respeto a quien no piensa como uno.
¡Qué razón tenía la Madre Teresa cuando dijo que nunca estaremos tan ocupados para no pensar en los demás!
COLOFÓN:
+¿Y la lista de los narco políticos? ¿No que se iban a llevar a tres secretarios, cuatro gobernadores y hasta a los hijos del ex presidente?
+La visita de Marco Rubio generó entre los catastrofistas una narrativa del fin de este gobierno.
+Se volvieron a equivocar: hasta felicitación se llevó la Presidenta, Juan Ramón de la Fuente y Omar García Harfuch.
POR GUSTAVO RENTERÍA
COLABORADOR
X: @GUSTAVORENTERIA