Querétaro se ha convertido en uno de los principales focos de agresión contra defensoras de derechos humanos en México, especialmente en lo que respecta a las defensoras indígenas. En entrevista con W Radio, Aleida Quintana, coordinadora de la Red Nacional de Defensoras de Derechos Humanos en México, habló sobre el alarmante aumento de las agresiones hacia este sector en la entidad. De acuerdo con la Red Nacional, el estado ocupa un lugar destacado en el registro de agresiones contra defensoras de derechos humanos, con 59 incidentes documentados del período septiembre de 2024 a septiembre de 2025, que afectan a 15 defensoras y una organización.  “Lo que nos preocupa especialmente es que, dentro de este contexto, Querétaro concentra el 32% de las agresiones a defensoras indígenas a nivel nacional”, explicó Quintana. Esto se enmarca dentro de un panorama más amplio de violencia hacia defensoras en diversas regiones de México, donde Oaxaca encabeza las estadísticas. Las agresiones se enfocan principalmente en defensoras que luchan por la protección de los derechos sobre la tierra, el medio ambiente y los territorios de los pueblos indígenas. Quintana destacó que, dentro de este fenómeno, se incluyen casos de violencia directa hacia artesanas indígenas que buscan vender sus productos en el Centro histórico de Querétaro –tanto el caso registrado en 2024 como el que tuvo lugar el pasado 6 de diciembre de este año.  “El debate que se genera es sobre cuándo se considera a estas personas como defensoras de derechos humanos, ya que su lucha por preservar su forma de vida y su derecho a la libre circulación está siendo atacada”, indicó la coordinadora. Un caso emblemático que se mencionó en la entrevista fue el de Estela Hernández, defensora hñöhñö de Amealco, quien ha sufrido diversas agresiones, incluida una agresión sexual y una detención arbitraria en meses recientes. “Este caso, que ya ha llegado a la atención de organismos internacionales, lo que subraya la gravedad de la situación de violencia en Querétaro”, comentó.  Además, mencionó que también se han documentado agresiones contra activistas que se oponen a proyectos extractivistas como el de El Batán, relacionado con la ley del agua en el estado, en donde han sido víctimas de intimidaciones y amenazas por parte de grupos de seguridad privada. Quintana aseguró que estas agresiones no son incidentes aislados, sino que forman parte de un patrón de violencia sistemática. “El ataque a defensoras indígenas es una manifestación de discriminación racial y clasista, donde se les despoja de sus derechos como personas originarias y se les niega su capacidad de defender su territorio, su cultura y sus derechos (...) Este fenómeno está alimentado por un entorno de impunidad que permite que las agresiones continúen sin consecuencias”, afirmó.  La Red Nacional de Defensoras de Derechos Humanos ha apelado a las autoridades para que respeten el derecho de las personas a defender sus derechos humanos, especialmente en contextos tan vulnerables como el de las defensoras indígenas. “Es fundamental que el estado garantice que estas personas puedan ejercer su derecho a la protesta y a la defensa de sus derechos sin ser criminalizadas ni agredidas”, comentó Quintana. La coordinadora también subrayó la necesidad de crear redes de apoyo entre las defensoras y la sociedad civil, así como de fortalecer las instituciones para garantizar la protección de los derechos humanos en el estado. En este sentido, mencionó que la Red ofrece acompañamiento integral a las defensoras en situaciones de riesgo, y que la sensibilización de la sociedad y las autoridades es clave para frenar esta espiral de violencia. “Es alarmante que las agresiones provengan en muchos casos de autoridades municipales y estatales, así como de grupos privados de seguridad. Lo que necesitamos es que se respeten los derechos de las defensoras y que se generen condiciones seguras para que puedan seguir ejerciendo su labor”, concluyó.