El Barcelona empató (1-1) en su visita al Rayo Vallecano durante la jornada 14 de LaLiga EA Sports, tras marcar Florian Lejeune un autogol en la recta final y que evitó un desastre de los culés, en su retorno a la actividad liguera después de un parón por selecciones agitadísimo por la grave lesión de Gavi. Con el llamado 'virus FIFA' a cuestas, el Barça llegó a un Estadio de Vallecas con todas las entradas vendidas y dispuesto a arropar a los suyos frente al gigante blaugrana. Jugar contra el Rayo, además, se ha convertido las últimas temporadas en un dolor de muelas para Xavi Hernández, aún 'virgen' de triunfos en sus duelos con los rayista. Y en esta ocasión, la primera parte lo volvió a dejar claro. El Barcelona se mostró espeso, sin hallar huecos por el flanco izquierdo debido a que Ferran Torres y Alejandro Balde no conectaban. Sí lo hacían por la derecha João Cancelo y Lamine Yamal, así que los pupilos de Xavi volcaron poco a poco sus arreones hacia ese lado. Yamal lo intentaba y lo intentaba, pero estaba bien defendido por el plan del doble lateral zurdo que había instaurado el Rayo en esa banda, gracias al 'Pacha' Espino y a Jorge de Frutos. Una tímida ocasión de Pedri González era escaso bagaje para todo lo que el Barcelona acaparaba el balón, si bien Yamal asustó luego a la parroquia local con un eslalon sin premio. Las ideas del técnico rayista, Francisco Rodríguez, se cumplían ante un adversario flojo y que encima encajó el 1-0 nada más extinguirse el minuto 38. A raíz de una falta lateral, un mal despeje de la zaga culé sirvió a Óscar Trejo para enganchar un disparo desde la corona del área; a pesar de que fue repelido, la pelota siguió muy viva y Unai López lo aprovechó. El '17' del Rayo, sin pensárselo, también conectó un tiro lejano con la diestra; su pelota entró en la portería visitante, ajustada a la cepa del poste y sin que Iñaki Peña llegase a tiempo de desviarla. El habitual suplente de Marc-André ter Stegen lidió con poco trabajo en la primera mitad, pero el que tuvo no lo solventó con acierto. Al regreso de vestidores, los de Xavi mejoraron más por coraje que por calidad. Enlazaron entonces dos buenos remates de cabeza, primero de Ferran y luego de Pedri, pero que apenas inquietaron al guardameta local, Stole Dimitrievski. Eso sí, el fondo de banquillo azulgrana marcó un evidente cambio de tendencia en cuanto el Rayo acusó el cansancio. En el minuto 76, un zurdazo raso de Raphinha se estrelló con el palo del arco defendido por Dimitrievski. Los franjirrojos no vivieron una mejoría con la entrada al campo de Radamel Falcao, curtido en miles de batallas y héroe una vez del Rayo precisamente en un duelo contra el Barcelona. Sin embargo, a finales de 2023, el artillero colombiano ya no es lo que era. Su presencia en la punta del ataque local no puso nervioso a los zagueros rivales, mientras que João Félix y Fermín López habían saltado al césped para ayudar a Robert Lewandowski en su búsqueda del empate. Y dicho y hecho, el polaco provocó que subiera el 1-1 en el minuto 82. En el enésimo balón largo de Iñigo Martínez con destino hacia un extremo, esta vez Balde sí le ganó la espalda a su marcaje y centró al corazón del área para que el polaco, en escorzo, intentase rematar de cabeza. Aunque Lewandowski no tocó el balón, su sola amenaza hizo que Lejeune marcase en propia puerta. En el larguísimo tiempo de descuento, a razón de una segunda parte trabada y con bastantes tarjetas amarillas por parte de ambos equipos, Pathé Ciss tuvo en sus botas la oportunidad más clara. No obstante, su disparo desde la frontal se marchó por encima del larguero. El Rayo supo aguantar hasta el pitido final su cosecha, que por momentos había sido mayor, pero que al menos le sirvió para seguir en la zona noble de Primera División con 19 puntos. Por su parte, el Barça dejó nuevamente una sensación agridulce y, tras igualar con lo justo en Vallecas, permaneció en el tercer lugar con 31 puntos. FUENTE: EXCÉLSIOR