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No es dejar morir a PEMEX, eso es imposible y de pésima consecuencia para la nación, pero si es urgente buscar alternativas y esquemas de administración que mejoren su rendimiento, de por si, deficitario.
23:49 domingo 12 abril, 2020
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PEMEX se encuentra en situación crítica, los bajos precios del petróleo y su mala administración hacen de esta entidad un barril de pólvora. El gobierno se ha empecinado en querer salvar este activo, aún sin entender que las medidas deben ser mucho más drásticas y migrar a una política de energías renovables lo posicionaría en un mejor lugar. No es dejar morir a PEMEX, eso es imposible y de pésima consecuencia para la nación, pero si es urgente buscar alternativas y esquemas de administración que mejoren su rendimiento, de por si, deficitario. La falta de entendimiento global queda una vez más reflejada en la posición que la Secretaria Rocío Nahle, abandonando las mesa de negociación de la OPEP y colocando al país en una posición peor a los inicios de los convenios. Las calificadoras no ven un buen pronóstico en PEMEX y contar con otra línea negativa haría que la nominación a bonos basura descapitalizaran un programa de gobierno que apuesta en el hidrocarburo, quizá a un buen caballo pero con pésimo jinete... Algunos miembros de la OPEP están sugiriendo eliminar a México del grupo de países petroleros, todo propiciado al colocar a México como el único país que no acepta el recorte de producción de barriles diarios de crudo acordado por la Organización de Países Exportadores de Petróleo y demás países participantes. El problema se centra en la reducción de la producción de crudo previsto para la nación bajo un proyecto de acuerdo, a México le hubiera correspondido una reducción de 400.000 barriles diarios mientras que el Gobierno de México propone bajar la producción de petróleo en 100.000 barriles diarios para estabilizar los precios internacionales del crudo. Diferentes lecturas de mercado y una apuesta que inicia con el desprecio de abandonar las negociaciones, esto puede costar caro… Con esta medida México apuesta a mejorar su producción petrolera para así no tener que comprar caro del exterior, mantener el precio alto a nivel internacional a costa de producir menos, hará que México siga comprando más caro y dependerá del exterior. Esta es la base con la que Rocío Nahle defiende la postura de no reducir la producción, obteniendo más petróleo en el país ya no nos veríamos obligados que comprar tanto de fuera. Entendiendo este punto de vista, México necesita refinar más petróleo, actualmente solo tenemos el petróleo pero no la gasolina, gran detalle que quedaría zanjado con el superproyecto de de Dos Bocas. De enemigo a socio comercial, las vueltas que da la vida, el acuerdo con Donald Trump parecería un imposible hecho realidad, aunque deja más dudas que beneficios provocando una competencia desleal de miembros de la OPEP contra el crudo mexicano. La reducción parcial de petróleo mexicano no cae muy bien en los mercados internacionales y justo es analizar otro punto de vista al que se ha defendido en cada encuentro. A México le beneficia una bajada de precios, El país tiene asegurados sus ingresos gracias a la cobertura que le provee alrededor de 5,100 mdd. Esta cobertura del petróleo mexicano es una variable que puede hacer que el país esté menos inclinado a aceptar el acuerdo de la Organización de Países Exportadores de Petróleo y aliados, comprando las opciones de venta 'al estilo asiático' de un pequeño grupo de bancos de inversión y compañías petroleras, se garantiza operación y flujo. Rocío Nahle tiene este as bajo la manga pudiendo vender su petróleo a un precio predeterminado, equivalente a una póliza de seguro; el país deposita todas las ganancias de los precios más altos, pero disfruta de la seguridad de un precio mínimo. Es decir, si la cotización del petróleo se mantiene débil o cae aún más, México seguirá registrando precios más altos. Lo cierto es que la 4T tiene la fea costumbre de que todas las instituciones nacionales acepten sí o sí sus “condiciones”… Nahle quiso replicar su comportamiento ante un organismo internacional lo cual dejó una imagen bastante dañada de México. Desde otro punto de vista el error político y de decisión se centra en que la oferta que ofrecía la OPEP en realidad sí beneficiaba a México pues, aún reduciendo la producción, se incrementaría el precio de cada barril para obtener mayores ganancias con menos trabajo. México produce 1.8 millones de barriles a 20 dólares cada uno, con el plan propuesto por la OPEP se produciría 1.6 millones de barriles, cada uno valdría 30 dólares lo cual nos dejaría una mayor ganancia. Cuestión de números, las dos partes tienen líneas de razón, peor los modos en los que México ha buscado la negociación son erróneos, a pesar de ser un productor marginal de petróleo, México siempre había jugado más arriba de su peso en las grandes ligas, con los países árabes queda un mal precedente que quizá pueda afectar en futuras negociaciones, la desfachatez de haberse parado de la mesa es un gran agravio que nos acerca peligrosamente más a Trump y nos deja descubiertos para un futuro que, téngalo usted por seguro, no es muy prometedor. Javier Rueda www.javierrueda.mx