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El “pastor de palacio” a través de su iglesia pretende hacerse del control de todas las elecciones del país, como en aquellos años en los cuales se imponía el partido en el gobierno sobre la democracia, aquellos años del autoritarismo.
21:38 sábado 15 junio, 2019
EN LA OPINIÓN DE CLAUDIO GARCÍAEl “pastor de palacio” a través de su iglesia pretende hacerse del control de todas las elecciones del país, como en aquellos años en los cuales se imponía el partido en el gobierno sobre la democracia, aquellos años del autoritarismo. Los seguidores del pastor que se encuentran refugiados en la Cámara de Diputados pretenden, a través de un proyecto de reforma electoral adueñarse del Instituto Nacional Electoral y desaparecer los órganos estatales, con el pretexto de la “austeridad republicana”. En la actualidad existen once consejeros en el INE los de la 4T quieren 7, los cuales serían designados por la Cámara de Diputados, donde tienen mayoría si sumamos a sus arrodillados cómplices. Así PT, Verde y Morena tendrían la mayoría que manejaría las elecciones, como lo quiere el pastor. En el caso de los organismos estatales, los OPLES, desaparecerían para dar paso al control total de los procesos electorales en todo el país, como se manejaba con el PRI, si recordamos aquellos tiempos que desde gobernación se controlaba “la democracia” y hasta se caía el sistema para no perder. El autoritarismo nuevamente a favor del pastor. Continua la transformación de cuarta: PNR; PRM; PRI; MORENA. Pa tras los fielders, y nuestra democracia. DETALLES
Lo que hoy representa el “pastor de palacio” y su compañía es lo que en su momento decía Manuel Cosío Villegas del Pri, que este representaba una “monarquía absoluta, sexenal, hereditaria por vía transversal”, lejana por mucho a los principios liberales. Igualito que como hoy sucede. Por cierto que al interior del Pan potosino debería de leer más a Gómez Morín, un liberal católico, para buscar un candidato de su partido que se apegue a los principios blanquiazules.
Bien hará el Pri potosino en dejar a un lado y en una vieja historia conceptos jacobinos de lo que se llamó época terciaria, que tanto daño le ha hecho a México en una lucha que hoy el “pastor de palacio” pretende revivir: liberales contra conservadores. Va bien Nava, aún y cuando el pío pío y sus comparsas lo nieguen. Falta mucho pero debería ponerles freno a sus jóvenes colaboradores quienes de semana en semana en antros y bares, sintiéndose los grandes conquistadores, molestan a grupos de mujeres, por cierto todas casadas, que ni pelan a esos escuinclitos. Pero le dan mala imagen al gobierno municipal. Eso de darle poder a los enanos es mala idea.