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Los jóvenes han conquistado diversos escenarios de talla nacional e internacional y sus expectativas van más allá de sólo jugar
11:41 lunes 6 noviembre, 2017
San LuisSan Luis Potosí, México (06 Noviembre 2017).- “Cuando estaba en mi comunidad trabajaba en el campo, no me importaba la escuela, caminaba descalzo, mi sueño…bueno, el sueño de todos los niños de la comunidad era irse a Estados Unidos a trabajar y luego ya regresarse y casarse”, son las reflexiones de Tobías, niño Triqui quien agrega que gracias al proyecto de su entrenador, Sergio Zúñiga, su realidad es diferente. En entrevista para WFM 100.1 reveló que sueño es regresar a su comunidad “como doctor” para poder ayudarla, a su vez, Dylan, reconoce que cuando escuchó hablar en la radio y la televisión, de niños que jugaban basquetbol descalzos, decidió sumarse al proyecto y afortunadamente fue seleccionado, pese a que su área deportiva en aquél entonces (2007) era la natación. Sergio Zúñiga su entrenador, refiere que la idea del proyecto surgió hace 15 años, pero fue hasta el 2009 cuando pudo concretarla y eligió a la comunidad Triqui, para llevar a cabo su promesa de “hacer algo por las comunidades indígenas”, en ese momento los triquis eran golpeados por la violencia y descubrió en las comunidades niños con muchas carencias. A partir de entonces tardó tres meses en realizar un diagnóstico y aprender su lengua, luego en la primera fase reunió cerca de 2000 mil niños, que se fueron depurando a 500 y luego a sólo 150. “Empiezo a hacer conciencia de que no me podía encariñar con todos los niños porque había algunos que tendríamos que cortar (…) escogí niños que tuvieran la actitud, que representaran a las comunidades indígenas y a México de una manera diferente, de una manera aguerrida, porque somos todo un emblema desde las raíces”, asegura. Para Sergio Zúñiga, más que el talento, la actitud es la característica fundamental de los niños que son seleccionados por el proyecto en donde no pueden disminuir su promedio escolar de 8.5 y deben leer un libro cada 15 días para poder siquiera entrenar. “Un niño con actitud se va a levantar a pesar de cualquier circunstancia y el talento a veces no alcanza”. Tobías recuerda que cuando su entrenador habló con la comunidad y narró su proyecto, nadie le creyó e incluso lo tildaron de loco, sin embargo poco a poco “fuimos saliendo de la comunidad, porque yo no conocía ni siquiera las comunidades que estaban alrededor”. Y ese fue solo un pequeño paso, a la fecha tanto Dylan como Tobías, conocen “casi todos los estados de la república” y le han dado la vuelta al mundo”. Sergio Zúñiga, refiere también que cuando el proyecto dio sus primeros pasos internacionales en Orlando, Florida, en el país del norte los comentarios eran de burla, porque no creían posible que pequeños de 1.55 metros, el más alto, pudieran contender con jugadores de 1.80 centímetros. “El profesor siempre nos ha dicho que unos tenis, un uniforme no nos va a ayudar a jugar, sino que nosotros ponemos nuestro corazón, nuestro sudor en la cancha (…) cuando fuimos el primer año a Orlando nos topamos con jóvenes de 1.70 y apenas tenían 10 años (…) y siempre nos dijo el profesor que no los íbamos a cargar que al fin de cuentas era un juego”. Con esta actitud los jóvenes han conquistado diversos escenarios de talla nacional e internacional y sus expectativas van más allá de sólo jugar. Tobías aconseja a los niños y niñas estudiar para alcanzar sus sueños, no decir que no se puede, él por su parte desea segur estudiando, ir a Barcelona, España y regresar a su comunidad a ayudar. Por su parte Dylan desea concluir la preparatoria en México, aprovechar la beca que ya le otorgaron en Estados Unidos, irse a Europa a estudiar la licenciatura, maestría y doctorado en Derecho, Administración de Empresas y Ciencias del Deporte, jugar como profesional en Europa, saltar a la NBA y regresar a México a proponerse como presidente de la República.