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Es importante que una mujer denuncie el delito de violencia familiar que es el antecedente a la violencia feminicida, pero de manera sincrónica debe atenderse la necesidad de estar segura y tranquila, lo que implica que tenga un acompañamiento continúo por parte de varias instituciones del Estado.
22:58 lunes 9 abril, 2018
EN LA OPINIÓN DE GLORIA SERRATO¿Qué ocurre cuando una mujer es víctima de la violencia extrema? ¿Qué pasa cuándo es asesinada como resultado de la violencia que vivió con su pareja?¿Quiénes se hacen cargo de los hijos e hijas? ¿Cómo se deteriorara la vida? El feminicidio es cuando asesinan a una mujer por su condición de género, es la violencia extrema que vive una mujer… y que muchas de las veces pudo no haberse cometido. En este punto es en el que se requiere de estrategias, acciones y políticas publicas bien definidas –y que las hay, algunas sugeridas en el documento de la Alerta de Violencia de Género, emitido para el estado de San Luis Potosí el 21 de junio de 2017 - Una muerte violenta de una mujer puede prevenirse si hay varias acciones que pueden llevarse a cabo, la más importante es que sepa que hay garantías para protegerla, orientarla, acompañarla. Es importante que una mujer denuncie el delito de violencia familiar que es el antecedente a la violencia feminicida, pero de manera sincrónica debe atenderse la necesidad de estar segura y tranquila, lo que implica que tenga un acompañamiento continúo por parte de varias instituciones del Estado. Si es indispensable que denuncie que vive violencia, pero también es importante que si el miedo a su agresor la invade, que tenga el acompañamiento necesario psicológico, económico, de seguridad que requiera para que ponga la denuncia, es decir que la ayuda de parte de instituciones del Estado no se condicione a que demande a su agresor, porque para una mujer que ha padecido durante mucho tiempo la violencia es muy fuerte salir del circulo en que estuvo envuelta.
Las cifras sobre cuántas mujeres han sido víctimas de feminicidio han sido muy variables con discrepancia entre diferentes instituciones, podemos identificar el número de mujeres que han tenido una muerte violenta y de éstos casos cuántos se iniciaron en la investigación con el Protocolo de Investigación del Delito de Feminicidio y de éstos cuántos se clasificaron como tal para su judicialización y de ellos en cuántos el juez determinó al responsable como feminicida. Las cifras deben ser de utilidad para saber cuántos feminicidios tienen sentencia firme contra el responsable, para saber si las víctimas indirectas han tenido apoyo; las cifras de qué sirven si no se emplean para tomar decisiones, para diseñar e implementar políticas públicas para erradicar los feminicidios; las cifras, es decir el número de mujeres que han sido asesinadas deben ser de utilidad para saber qué se está haciendo para evitar que haya más muertes, para identificar las áreas geográficas en las que se deberán reforzar las acciones, sobre todo si pensamos que cada perdida es un deterioro para la sociedad. Desde 2012 empecé a registrar las muertes violentas de mujeres que se publicaban en la prensa, y empezamos desde la sociedad civil a pedir un banco de datos, de tal modo que las cifras nos alertaran de la magnitud del delito. Es responsabilidad del Estado, tener un banco de información que nos advierta sobre el número de mujeres que ha sido asesinadas, en qué zonas geográficas, que características tenía el agresor, si había o no denunciado violencia familiar, edades, niños y niñas que quedan huérfanos, sentencia, medidas de reparación integral. Contar con información cierta y verificable apoyará a crear ya no pensemos en políticas públicas estatales, sino que las diseñemos y llevemos a cabo sobre situaciones específicas; que se implementen acciones, planes de trabajo que ayuden a evitar que se cometan nuevos feminicidios; además llevar a cabo estrategias adecuadas para darle seguimiento a la atención, ayuda y apoyo que requieren las víctimas indirectas, es decir un mecanismo muy puntual de qué ayuda y apoyo se le dará, qué seguimiento tendrá la familia, que reparación integral se establecerá. Esa información deberá ser útil para ningún hijo e hija tenga temor de vivir la violencia que llevó a la muerte a su madre. Cuando no hay ni un solo protocolo de actuación para identificar las necesidades de las víctimas indirectas tenemos que trabajar para que se realice, y que se inicien bajo criterios claros y transparentes los procesos de ayuda. Las instituciones públicas están organizadas a través del SEPASEV (Sistema Estatal para Prevenir, Atender, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las mujeres) y es a través de éste sistema cómo debe organizarse la sincronía de acciones que faciliten a las mujeres víctimas violencia que no vivan la violencia extrema por falta de apoyo.