Vínculo copiado
Constantemente escuchamos temas sobre la discriminación y más frecuentemente sobre la discriminación por causa de género; tal vez en segunda opción se encuentren los comentarios sobre discriminación por discapacidad y enseguida racial
00:06 domingo 27 diciembre, 2020
VIRALESConstantemente escuchamos temas sobre la discriminación y más frecuentemente sobre la discriminación por causa de género; tal vez en segunda opción se encuentren los comentarios sobre discriminación por discapacidad y enseguida racial. Sin embargo, poco llegamos a pensar en la discriminación por razones de edad o Etarismo. Esta forma tiene superficialmente una explicación sencilla sobre lo que puede significar, más resulta muy interesante hablar sobre el origen de tales conductas. Vayamos por partes: el concepto de discriminación se puede entender como la acción de distinguir o separar unas cosas de otras, tomando en cuenta sus diferencias. Se trata así de una noción neutral que no encierra juicio de valor alguno. Pero como fenómeno sociológico, la discriminación se entiende como una de las tantas formas de violencia u opresión en las sociedades contemporáneas. Se trata de una violencia ejercida por grupo humanos en posesión de dominio, quienes conscientes e inconscientemente, establecen y extienden preconceptos negativos contra otros grupos sociales determinados que dan por resultado la exclusión o marginación de las personas que conforman a éstos últimos, según el estudioso Miguel Padilla. La Suprema Corte ha dicho que en términos jurídicos es el derecho subjetivo público del gobernado de ser tratado en la misma forma que todos los demás y el correlativo deber jurídico de la autoridad de garantizar un trato idéntico a todas las personas ubicadas en las mismas circunstancias, sin distinciones injustificadas constitucionalmente y que conllevan restricción, menoscabo o anulación de derechos. La Ley Federal para Prevenir y Eliminar la Discriminación señala que es “… toda distinción, exclusión, restricción o preferencia que, por acción u omisión, con intención o sin ella, no sea objetiva, racional ni proporcional y tenga por objeto o resultado obstaculizar, restringir, impedir, menoscabar o anular el reconocimiento, goce o ejercicio de los derechos humanos y libertades, cuando se base en… el origen étnico o nacional, el color de piel, la cultura, el sexo, el género, la edad…” “…Y otras formas conexas de intolerancia”. Wikipedia, con gran utilidad proporciona, entre otras ideas, que la discriminación por edad o edadismo, es la estereotipificación y discriminación contra personas o colectivos por motivo de edad. Engloba una serie de creencias, normas y valores que justifican la discriminación de las personas según su edad. Si bien el término también se usa con respecto a prejuicios y discriminación contra adolescentes y niños, como negarles ciertos derechos (por ejemplo votar) o ignorar sus ideas porque se los considera "demasiado jóvenes" o asumir que deben comportarse de cierta manera por su edad, el término se usa predominantemente en relación con el tratamiento de las personas mayores. Además, se ha señalado que la estigmatización no solo se produce fuera del grupo cohesivamente imaginado de los ancianos, sino que también tiene lugar dentro del propio grupo estigmatizado. El miedo a la muerte y el miedo a la discapacidad y la dependencia son las principales causas del edadismo; evitar, segregar y rechazar a las personas mayores son mecanismos de afrontamiento que permiten a las personas evitar pensar en su propia mortalidad. Aquí por analogía podríamos pensar que la homofobia es el miedo a ser homosexual, la indofobia el miedo a ser Indú; la aporofobia el miedo a ser pobre y por lo tanto se provoca el rechazo para quienes tienen esa condición. El etarismo también puede ser pasivo y encubierto (por ejemplo, una película que muestra solo a las personas jóvenes que habitan una localidad y no se muestran niños, bebés o ancianos en la zona para generar la noción de que el lugar es "joven y romántico"). Sin duda este rechazo y estas fobias resultan irracionales y lamentablemente son omnipresentes en nuestro país, por falta de una cultura que abra nuestras mentes a la aceptación de todos, convencidamente de la igualdad que como seres humanos o como ciudadanos de un país que quiere progresar, debemos tener. Los candidatos y gobernantes poco piensan en ello y realmente se limitan a mostrarse cumplidores en eventos y actitudes sociales, cuando debieran someterse con humildad a verdaderos talleres de transformación de actitudes y tolerancia. Para no caer en estas conductas discriminatorias debemos entender cuándo y cómo se cometen y de donde provienen. Un estudio psicológico sencillo sobre algunos personajes escogidos al azar, seguramente nos sorprendería y los sorprendería de encontrar profundos complejos y deformaciones que arrastramos desde la niñez o acaso desde la gestación. Si queremos progresar reconozcámonos y sobre todo… RESPETEMONOS.