Entre las solicitudes que se atienden en las inmobiliarias, el 60% corresponde a personas interesadas en una vivienda de renta, el resto para comprar, así lo mencionó el presidente de la Asociación Mexicana de Profesionales Inmobiliarios (AMPI), Heriberto González Pérez. Según explicó, en el Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (INFONAVIT) existe una demanda de 6 mil viviendas, mientras que en el mercado abierto estima unos 13 mil matrimonios nuevos al año, por lo que se habla de una necesidad inmediata de 10 mil casas, ya sea de venta o de renta. “Si hablamos que se pudieran haber movido alrededor de 10 mil viviendas por necesidad, a lo mejor Infonavit consume 6 mil por necesidad de desplazamiento, entonces quedan 4 mil; y de estas el 60% son renta y el 40% es venta, entonces son alrededor de unas 2 mil 500 casas de renta a nivel estado y unas mil 500 casas independientemente de Infonavit a través de los bancos”. Recordó que el valor de una propiedad depende de varios factores como la extensión de su terreno, calidad de la construcción y su ubicación, sin embargo, reiteró que ante una falta de demanda ocasiona que el valor se ajuste a una necesidad. “El valor de una propiedad se maneja intrínsecamente, cuando tiene de terreno, cuanto tiene de construcción, que calidad de construcción y que ubicación tiene, en base a estos parámetros da un valor de vivienda, pero ante la falta de una demanda entonces el valor de vivienda se vuelve un tanto intangible, se vuelve en base a una necesidad de un comprador y un vendedor” Uno de los factores que influye es la falta de ratificación del Tratado de Libre Comercio, pues se espera que cuando esto suceda se registre mayor flujo adicional a la vivienda y mayor certeza a los inversionistas.