Cerramos el 2019, podría ser una oportunidad de hacer un balance del año, medir y pronosticar una vez más el gallinero y saber que la gallina de los huevos de oro ya está bastante clueca… Tampoco crea que me olvido de felicitar el año, desear lo mejor en esta nueva etapa y que, perdón mi negatividad, eso será complicado en lo general y buscado como área de oportunidad para todos los que sepan vivir el momento. Trump no vive sus mejores horas, el juicio político al que es sometido abre algunos interrogantes sobre del verdadero sentido de este instrumento en los sistemas democráticos, una trampa válida para bajar de la candidatura al güerejo regañón. El proceso de destitución de Donald Trump se hace válido gracias a que un informante denunciara ante el Congreso que el presidente junto a otros altos funcionarios del gobierno estadounidense, presionaran a líderes de Ucrania para que investigaran al exvicepresidente y precandidato presidencial demócrata Joe Biden y a su hijo Hunter Biden en relación con unas actividades empresariales de este último. Todo un tema ya que Trump pasa a ser el tercer presidente en enfrentar un juicio de destitución, una mancha bochornosa en su legado. La verdad es que son muy pocas posibilidades de que el procedimiento de impeachment logre destronar a Donald Trump, algunos analistas consideran que el juicio acabará fortaleciéndolo y, más aún, reinstalándolo en la Casa Blanca para un nuevo periodo presidencial. Por otra parte, hay quienes opinan que los demócratas fueron muy blandos desde el inicio del proceso, además de que para éste se han ignorado otros actos de Trump más perniciosos y presuntamente criminales como los acontecidos con Rusia. La Cámara de Representantes, con la oposición lógica del Partido Republicano y dos demócratas, votó el pasado 18 por iniciar el juicio político. El procedimiento se realizará en el Senado, lugar en el que los republicanos mantienen la mayoría, por lo que parece poco probable que el presidente sea declarado culpable. Cuestión de enfoque, un juicio bien llevado podrá dar a los Demócratas argumentos que tiren del hilo y rompan a Trump, de no ser así esto será un ejercicio de re-elección. Hay que entender que la lista de actos potencialmente criminales de Trump es bastante triste y larga, y algunos de esos delitos están documentados en el informe del fiscal especial Robert Mueller, entregado a principios de año al Congreso, aquella interferencia de Rusia en las elecciones de 2016 podría ser usada para demostrar lo evidente, aunque parece que quedó enterrada en el pasado sin mucha lógica. Trump ha demostrado ser un presidente sin ley, capaz de desafíar la Constitución y el estado de derecho, un pésimo ejemplo de lo que puede llegar a ser la política.

Javier Rueda www.javierrueda.mx