Vínculo copiado
Una vendedora de chalecos antibalas personalizados en McAllen está atrayendo como clientes a mexicanos que buscan protegerse de violencia
07:55 lunes 4 junio, 2018
MéxicoEn la entrada del mall de McAllen, en una isla, una vendedora de chalecos antibalas personalizados está atrayendo como clientela a decenas de mexicanos, desde ciudadanos comunes, empresarios, guardias de seguridad, policías, políticos y periodistas. Los productos son ofertados desde 900 hasta mil 400 dólares, con lo que los compradores pueden protegerse de la inseguridad y la violencia que campea en la frontera del lado mexicano. La vendedora ofrece productos de varios colores, estilos y precios; los hay hasta para niños y mujeres en versiones de chamarras, blusas, chaquetas, como los quiera el cliente. Los chalecos antibalas personalizados se venden sobre pedido y la entrega se programa para un plazo de tres semanas, previo pago por la mercancía. La encargada del negocio explica que no tienen sucursales ni oficinas. El propietario del local posee trato directo con la empresa proveedora, establecida en Colombia. La marca, según detalla, es garantía de calidad y legalidad. Los chalecos en existencia para llevarse de inmediato son similares a los usados por reporteros o peritos de criminalística, con bolsas diversas, y bajo el saco de bolsas múltiples se porta el chaleco antibalas, pero su blindaje es exclusivo para detener balas disparadas por armas cortas. "La Policía de Texas sabe que estamos aquí, es un negocio legal. No vendemos chalecos placa balística cerámica, esos nomás los usan los policías aquí, pero con pedido especial podemos venderles un chaleco contra balas de alto calibre", detalla la vendedora. Los colores en oferta son azul, rojo, beige o negro. La chamarra negra con chaleco antibalas es la más cara, pues se vende en mil 400 dólares. Para compras de dos o más chalecos de protección, la pequeña compañía ofrece descuentos y para personas que laboran en profesiones como policías o periodistas también hay precios especiales. "Basta que nos traigan la credencial de su trabajo y podemos hacerle un descuento, a los mexicanos no les cobramos los impuestos, y ese es ya un ahorro muy grande, de casi 100 dólares", explica la dependiente. La mujer relata que el negocio ha tenido éxito por la clientela mexicana que acude, al grado tal que están planeando ya la expansión a un local más grande y fijo, quizá no dentro del mall, pero por la misma Calle Diez de McAllen. En Tamaulipas persiste la violencia generada por los grupos criminales, que aplican cobro de cuotas, secuestran, bloquean carreteras y han sembrado terror con tiroteos, ejecuciones y persecuciones. En cruces fronterizos como Nuevo Laredo y Reynosa, por ejemplo, abundan los enfrentamientos entre delincuentes, así como las extorsiones en las aduanas y el acoso a los viajeros. -- Reforma