La salud de cualquier persona ni debe ponerse en juego y menos en discusión de su veracidad. En el entendido de que se apela a que una persona sensata y honesta no mienta con su estado de salud con tal de evadir sus responsabilidades. Y menos desearle el mal a nadie. El anuncio del Presidente de México Andrés Manuel López Obrador de ser portador del Coronavirus obliga a desearle pronta recuperación, tanto a él como a cualquier gobernante que sea aportador del virus o cualquier otra enfermedad. A nadie conviene la falta de un gobernante de manera intempestiva y menos cuando se vive en una sociedad con cierta polarización política de los “pros” y los contras. A nadie. Pero tampoco a nadie conviene la duda o especulación. Históricamente San Luis Potosí y su vida política ha sido cuna y sede de personajes y pasajes que han volcado la vida pública de México.

Movimientos sociales, experimentos electorales, órganos ciudadanos o decisiones presidenciales. Todas con el fin de ser laboratorio para su proyección nacional, las negativas poco han prosperado y las positivas se han seguido construyendo. Al día de hoy el Movimiento de Regeneración Nacional, Morena en San Luis, tiene los reflectores de su dirigencia nacional desde hace meses. No solamente por ser una de las entidades donde se jugara una gubernatura de las 15 que se disputan este año. Sino por las circunstancias que se han tejido desde antes. Desde alianzas y convocatorias fallidas, hasta una treitena de nombres que se han sumado a buscar la bandera “lopezobradorista” en la entidad en dos registros, hombres y mujeres. Al día de hoy San Luis es la única entidad que tiene más complicaciones en la selección de su candidato. Ni Guerrero en donde el solo resoplido del presidente podría legitimar o bajar al impresentable Félix Salgado Macedonio. San Luis no. Si Mario Delgado esta tratando de experimentar “que los morenistas no se darán cuenta” o “que los potosinos no recuerdan” y pretende con sus jugadas jugar su juego, allá él. Si el Presidente de México enfermo de Covid, en vísperas de las fechas fatales para que Morena decida su candidato en la entidad donde más polémica se ha desatado, tanto oficial como extra oficial, y los 15 días de “cuarentena” lo desaparecerán de la escena publica y que sea “lo que Dios diga” o en este caso “Mario que decida”, pues qué casualidad. “Piensa mal y acertaras” y la máxima: “En política no ha casualidades”. Y si es cierto de su contagio ¡Que se mejore y pronto! Hasta mañana…