Portar el diez, mismo número que Zizihno en el Club América, es uno de los logros más significativos en la carrera de Giovani Dos Santos, quien desde casa en cuarentena y con un rostro relajado, pocas veces visto en él, relata lo que representa para él emular a su padre y hoy representante. Es un sueño cumplido, la verdad. Mi papá portó la camiseta del América con este número, y es un privilegio haber cumplido ese sueño. Obviamente ya cuento con una historia que fue la de mi padre que jugó en el América y tiene grandísimos recuerdos en este club, y por eso le tengo muchísimo cariño a esta camiseta”, mencionó.

Sin embargo, la carrera de ‘Gio’, quien alcanzó el "tercer piso”, presagio del inicio del declive de todo futbolista, aún tiene una espina clavada que podría extraer con la satisfacción de volver a jugar con su hermano Jonathan, jugador del Galaxy de Los Ángeles. Es algo que todos saben, siempre lo hemos dicho abiertamente Jonathan, mi papá y yo, que sería un sueño para los dos jugar en el mismo equipo, en el América, es algo que hemos querido desde chiquitos y esperemos que muy pronto podamos cumplir eso”, comentó.

Considerando que aún posee suficientes baterías para rendir una vez más a su máximo nivel, Giovani, nacido futbolísticamente en La Masía de Barcelona, reconoce que su figura aún no cumple en Coapa, y busca revertirlo. Yo soy autocrítico. Creo que las expectativas hacia mí son altas, estoy en un club grande como el América, en donde se le exige lo mejor a un jugador y sé que me queda mucho por darle a este club. No ha sido un año fácil por las lesiones que me han cortado el ritmo, pero conozco mi capacidad, sé lo que le puedo dar al club y estoy seguro que con mi trabajo las cosas me irán saliendo mejor”.

-- Excelsior