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06:45 jueves 30 agosto, 2018
PLUMAS NACIONALESEditorial EL UNIVERSAL / Oportunidad para el Congreso
Para 628 mexicanos este miércoles fue como un día de fiesta. Sacaron sus mejores atuendos para asistir a una ceremonia especial: rendir protesta como diputados y senadores del Congreso de la Unión. Muchas sonrisas, besos, abrazos y fotografías, en un espacio que en legislaturas recientes se ha caracterizado por la división, el enfrentamiento, el ataque verbal y un escaso diálogo constructivo. El sábado comienza una nueva Legislatura, la 64, que tendrá sobre sus hombros la responsabilidad de devolver a ambas cámaras su lugar como generadores de leyes y acuerdos que beneficien al grueso de la población y contribuyan al desarrollo nacional. En los últimos sexenios los legisladores, en especial los diputados, han tenido en sus manos la posibilidad de aprobar un gasto público orientado a paliar las necesidades de la población o a combatir la inseguridad por medio de medidas para generar corporaciones policiacas modernas y capacitadas, pero no ocurrió así. Por el contrario, privilegiaron millonarias partidas a sus grupos legislativos y aprobaron sin asomo de duda recursos para contar con prestaciones que prácticamente ningún trabajador de este país tiene, baste recordar el bono “secreto” que se otorgaban a fin de año. Dirigentes de las bancadas de Morena han ofrecido eliminar las millonarias prestaciones así como “excesos, privilegios y abusos”. Han estimado ahorros por arriba de 4 mil millones de pesos si se recortan viajes, viáticos, seguros médicos mayores y de vida, vales de gasolina, alimentos y el número de comisiones. Las expectativas de la ciudadanía son altas, ante las promesas de hacer las cosas de manera distinta. A partir del próximo 1 de septiembre el Congreso iniciará labores en un escenario que será dominado por un grupo legislativo mayoritario, que al sumar a aliados podrá aprobar reformas constitucionales de manera relativamente sencilla. Sin embargo, la participación del resto de las bancadas no debe ser meramente contemplativa. Aunque cuentan con presencia reducida, tienen la oportunidad de presentarse como una voz alternativa a lo que presumiblemente será un coro grupal. La oportunidad que dejaron ir anteriores legislaturas, pueden recuperarla ahora. Por mucho tiempo el Congreso se alejó de las causas sociales y pareció vivir en una burbuja en la cual los recursos económicos fluían sin problema, contrario a la situación de la mitad de la población, que vive en pobreza. Es tiempo de reivindicación. La última palabra la tienen los legisladores, si no, que la nación se los demande.
Frentes Políticos I. Prueba de honorabilidad. Noé Fernando Castañón Ramírez, senador electo de Chiapas, fue acusado de violencia familiar y detenido en Monterrey, pero con 20 mil pesos de fianza logró su libertad, en Tuxtla Gutiérrez. Es el primer gran problema de Martí Batres, presidente del Senado. Qué pasará con la “impunidad cero” si Castañón pretende rendir protesta y así allegarse el fuero. No sólo debe responder a la acusación de su exesposa, Mayté López González, por violencia intrafamiliar y sustracción ilegal de sus tres hijos, además, se le relaciona con los Panamá Papers. Ufff. El estreno de Batres podría convertirse también en su peor pesadilla. II. El negocio sigue. Tal como lo informó Excélsior, había un negocio entre el PAN y el Congreso. Ricardo Monreal, el próximo presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado para la LXIV Legislatura, dio a conocer que ya reubicaron en las instalaciones de la Cámara las oficinas que ocupaban en la Torre Azul, espacios que rentaban desde 2011 a la bancada panista. No renovarán el contrato que ascendía a 8.9 millones de pesos anuales por 11 pisos del inmueble, acuerdo legal que vence el próximo 31 de agosto, “por austeridad”. Al respecto, Damián Zepeda, el coordinador de la nueva bancada de senadores panistas, afirmó que los ingresos por la renta de la Torre Azul no servían a la fracción política, sino a la Fundación Humanismo Político. Y que seguirá el negocio. Míralos, tan humanistas ellos. III. Cambio de piel. El Grupo Parlamentario de Morena en la Cámara de Diputados tiene seis días para sumar al menos cuatro diputados a su bancada y garantizar la presidencia de la Junta de Coordinación Política por tres años, es decir, toda la Legislatura. En la sesión constitutiva por Morena rindieron protesta 247 diputados, sin embargo, el próximo 4 de septiembre es el plazo legal para constituir finalmente las bancadas, por lo que, de lograr los 251 legisladores, Movimiento Regeneración Nacional tendría mayoría absoluta y en automático la presidencia de la Jucopo los próximos tres años. “Tenemos que esperar a ver la composición final de las fracciones que ocurrirá hasta el próximo día cuatro de septiembre”, acotó Mario Delgado Carrillo, coordinador del Grupo Parlamentario de Morena. Lo sorprendente es el rápido ascenso de un partido que nació en 2014. Y el poder que consiguió. IV. ¿Pues de qué se trata? La noticia que ronda los titulares en estos días es la inminente desaparición de dos institutos políticos que no reunieron el mínimo de su cuota de votantes, por lo que perderían el registro. Pero de manera inédita en la historia del Senado, la Mesa Directiva permitirá la integración de una bancada, la del Partido Encuentro Social, incluso cuando el partido pierda el registro nacional, confirmó Martí Batres, presidente de la Cámara para la LXIV Legislatura. A pesar de que no alcanzaron tres por ciento de la votación, ¿qué otros privilegios tienen? V. La estafeta. En todas las áreas de gobierno se reúnen los equipos salientes y los entrantes. Nunca como ahora se vio tanto orden en la conformación y diseño de lo que será el país después del primero de diciembre. Tocó a Alfonso Navarrete Prida, el secretario de Gobernación, reunirse con Alfonso Durazo, propuesto como titular de la próxima Secretaría de Seguridad, con quien compartió información “transparente y actualizada” en la materia, en el marco de la transición de gobierno. No nos engañemos. Recae en Durazo la enorme responsabilidad de cumplir lo que otros no han podido: la garantía de paz. Uff.