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Especialistas advierten sobre el riesgo en Puerto Vallarta y Bahía de Banderas
01:51 lunes 8 septiembre, 2025
JaliscoLas playas mexicanas enfrentan una doble amenaza: el impacto del urbanismo desmedido y los efectos del cambio climático, lo que acelera su desaparición. Así lo advirtió en entrevista para “Así las Cosas”, el Dr. José Alfonso Baños Francia, urbanista, investigador y profesor del Centro Universitario de la Costa de la Universidad de Guadalajara, durante su participación en un espacio de análisis sobre manejo costero. De acuerdo con el especialista, el incremento en la temperatura del agua genera deshielos que elevan el nivel del mar. Aunque los cambios parecen mínimos —de apenas uno o dos centímetros— sus efectos son devastadores: “Por cada centímetro que sube el nivel del mar, se pierden aproximadamente un metro de playa”, explicó. En Puerto Vallarta y Bahía de Banderas, la ocupación casi total de la franja litoral, sin zonas de amortiguamiento, incrementa la vulnerabilidad. “Muchos hoteles y desarrollos turísticos están construidos prácticamente al borde donde revientan las olas. Con el incremento de niveles marinos, no sería extraño que las olas comiencen a golpear piscinas y áreas comunes”, alertó. Baños Francia señaló además que la deforestación en cuencas altas reduce el aporte de sedimentos que nutren las playas, lo que limita su capacidad de regeneración natural. ¿Qué hacer frente al riesgo? El investigador destacó la necesidad de un manejo integral de las costas y criticó soluciones parciales como la colocación de espigones frente a complejos turísticos sin planeación regional. “El modelo de desarrollo turístico debe ser más sensato. No podemos seguir creciendo sin considerar el daño a nuestros propios destinos”, dijo. Existen ejemplos internacionales, como Brasil o España, donde se respetan franjas de amortiguamiento y no se construye directamente frente al mar. En contraste, destinos como Cancún, Acapulco, Los Cabos y Puerto Vallarta no han seguido ese modelo, lo que los coloca en mayor riesgo.
Aunque gran parte de las decisiones corresponden a autoridades y empresarios, el urbanista subrayó que los ciudadanos también pueden contribuir. Desde evitar la acumulación de basura y no construir en cauces o zonas de riesgo, hasta reducir el consumo de agua, energía y plásticos. “El consumismo excesivo también afecta a nuestras costas. Si somos conscientes en lo individual, podemos aportar mucho a la protección de los ecosistemas”, enfatizó. Finalmente, el especialista hizo un llamado a integrar este tema en la agenda pública y social, reconociendo que la preservación de las playas no solo es un asunto ambiental, sino también de supervivencia para las comunidades costeras y el turismo.