Vínculo copiado
#ESNOTICIA
#ESNOTICIA
Para analistas como la historiadora Heather Cox y el columnista Mike Allen, Trump ha seguido una estrategia clara para ampliar los márgenes del poder
00:10 sábado 30 agosto, 2025
ColaboradoresEn tan solo siete meses, el presidente Donald Trump ha consolidado un poder tan amplio y parece estar en una situación de tal fuerza que algunos analistas se preocupan por la posibilidad de que sus tendencias lo lleven a la dictadura.
Para analistas como la historiadora Heather Cox y el columnista Mike Allen, Trump ha seguido una estrategia clara para ampliar los márgenes del poder de la Presidencia: capturar lo que pueda, impugnar lo que no pueda y castigar a quienes se resistan.
"Tengo derecho a hacer lo que quiera. Soy el Presidente de Estados Unidos", declaró el lunes, al amenazar con enviar la Guardia Nacional, reserva del Ejército, a Chicago y después de haberla usado para enfrentar lo que calificó como oleada criminal en Washington.
Trump goza de una inmunidad presidencial ampliada el año pasado, como consecuencia de un fallo judicial que lo exentó de responsabilidad por actos cometidos en ejercicio de su puesto durante su primer periodo de gobierno. Para algunos, le abrió la puerta a ejercer autoridad sobre el semi-autónomo Departamento de Justicia.
En ese marco, la presencia de soldados en las calles, en actividades reservadas a la policía civil, creó un debate considerable en los Estados Unidos. La aparición paralela de agentes migratorios que realizan arrestos de manera indiscriminada mientras enmascarados, sin identificación y sin órdenes judiciales, contribuye a la intranquilidad de algunos.
Pero al mismo tiempo, el combate al crimen se ha convertido en un punto de apoyo para Trump. "El argumento es que soy un dictador, pero detengo el crimen. Así que mucha gente dice: 'Si ese es el caso, prefiero un dictador'”, apuntó Trump, en una frase que bien pudo haber sido pronunciada por Nayib Bukele, el presidente salvadoreño que se dice "el dictador más ¨cool¨del mundo", famoso por su brutal política antidelincuencia y haber convertido a su país en un centro carcelario internacional.
Trump niega ser o aspirar a ser un dictador, aunque en su opinión muchos estadounidenses parecen querer uno, o por lo menos creen que él debería tener menos restricciones para resolver los problemas del país. Claro que, según las encuestas, el sector que lo desea es republicano o se identifica como tal.
Una muestra del Pew Research Center a principios de año, indicó que el 59 por ciento de los republicanos e independientes con tendencias republicanas estaban de acuerdo en que muchos de los problemas del país podrían resolverse mejor "si Donald Trump no tuviera que preocuparse tanto por el Congreso y los tribunales".
La cifra subió a 78% entre quienes se identificaron "fuertemente" con el Partido Republicano. Lo cierto es que el gobierno se ha distinguido hasta ahora por soluciones autoritarias para eliminar o marginar la oposición a sus políticas. Pero, por supuesto, esos mismos republicanos estarían horrorizados de que un presidente demócrata tuviera tal poder.
POR JOSÉ CARREÑO FIGUERAS
COLABORADOR
@CARRENOJOSE