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Apuntan a que Trump "está desesperado por influenciar la economía en varios frentes, mientras las luces de alarma siguen su parpadeo"
00:10 lunes 22 septiembre, 2025
ColaboradoresEl presidente Donald Trump presume que Estados Unidos disfruta de "la mejor economía que hemos tenido", pero la percepción y la realidad resultan menos halagadoras y de hecho, preocupan al mandatario y sus aliados. Algunos, como la influyente revista política National Journal, apuntan a que Trump "está desesperado por influenciar la economía en varios frentes, mientras las luces de alarma siguen su parpadeo". Los intentos van de presionar a la Reserva Federal, un ente independiente a cargo de la política monetaria, a proponer que las oficinas estadísticas del gobierno federal dejen de publicar sus análisis mientras "vende" una visión positiva y la idea de que los medios especializados no son informadores confiables. Un importante punto en vilo, por lo pronto, es el examen de la Suprema Corte de Justicia respecto a su autoridad para imponer aranceles comerciales sin autorización del Congreso.La economía es uno de los puntos sobre los que Trump basó su victoria electoral en 2024 y los datos que lo contradicen afectan su posición política y amenazan los resultados en las elecciones legislativas del 2026, cuando los republicanos tratarán de preservar sus actuales raquíticas mayorías en el Congreso. La semana pasada, un reporte de la Oficina Congresional del Presupuesto (CBO) señaló que las políticas arancelarias han incrementado las presiones inflacionarias, aunque consideró posible que para 2028 el impacto haya sido procesado por la economía. Pero otro reciente informe, de la Oficina de Estadísticas Laborales, advirtió que la economía estadounidense creó solo 22 mil empleos en agosto, el menor crecimiento del mercado laboral en cinco años, mientras la tasa de desempleo subió a 4.3 por ciento, la más alta desde 2021. De hecho, las estadísticas indican que, por primera vez en cinco años, hay solicitantes que vacantes disponibles. Las tendencias no son favorables: despidos masivos, cautela en la contratación, niveles récord de deuda privada, deprimido gasto del consumidor y un aumento repentino de las solicitudes de subsidio por desempleo. La manufactura está a la baja, presuntamente afectada por los aranceles comerciales impuestos por el gobierno Trump; el comercio y el transporte están recortando puestos de trabajo por la misma razón; la atención médica, una de las fuentes de crecimiento laboral más resilientes del año, también se está derrumbando bajo la presión, y tendrá aún más dificultades una vez que los recortes federales a Medicaid afecten y reduzcan los servicios en hospitales de bajos ingresos y de zonas rurales. La inflación, aunque aún relativamente baja en 2.7 por ciento en julio, subió a 2.9 por ciento en agosto, gracias, según algunos, al impacto de los aranceles y una restrictiva política migratoria. La combinación contribuyó al aumento de precios en alimentos, sobre todo. Pero la visión de Trump parece más política que económica. POR JOSÉ CARREÑO FIGUERAS COLABORADOR [email protected] @CARRENOJOSE