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Si AMLO dijo una y otra vez que en México “no había laboratorios de fentanilo”, la presidenta y los suyos se han encargado de tirar esa mentira
00:10 jueves 2 octubre, 2025
ColaboradoresHonor a quien honor merece. La presidenta Claudia Sheinbaum y su gobierno han exhibido la corrupción del gobierno de AMLO, como nadie. Ningún partido ni político de oposición han evidenciado tanto el entramado de corruptelas que envuelve al sexenio pasado, como Sheinbaum y su equipo.
Hoy que cruza el umbral de su primer año, no solo llega con una alta aprobación, sino que luce más aterrizada y en vías de consolidarse en el ejercicio del poder. Lo hace, afianzando un estilo propio y con sutileza, y lo hace dando golpes de timón. El principal: desnudar la corrupción que se enraizó durante el sexenio de López Obrador.
Es en buena medida gracias a Sheinbaum y su gobierno que se ha destapado una cloaca. La corrupción salió de la coladera y desemboca en el expresidente y su gobierno. AMLO y su administración estuvieron infestados de corrupción. Estamos ante el gobierno más corrupto en la historia de México. Los casos se acumulan y Sheinbaum y su equipo, con tacto pero con firmeza, pisan el acelerador para exhibirla y -ojalá-, perseguirla.
Si López Obrador repitió hasta la saciedad que se había terminado con el huachicol, Sheinbaum y su gobierno han desmantelado una enorme red de huachicol fiscal que significó un boquete a las finanzas públicas por más de 180 mil millones de pesos por año.
Si AMLO dijo una y otra vez que en México “no había laboratorios de fentanilo”, la presidenta y los suyos se han encargado de tirar esa mentira: cientos de narcolaboratorios han sido desmantelados.
Si el expresidente afirmó que ya no había factureras, los cercanos a la mandataria exhiben la falsedad: existen y evaden 1.4 billones de pesos, denunció el diputado, cercano a Sheinbaum, Alfonso Ramírez Cuellar.
El exmandatario negó el desabasto de medicamentos y afirmó que el sistema de salud público era “mejor que el de Dinamarca”, ella reconoce los faltantes y modifica el esquema de compra y adquisición de medicinas.
Si López Obrador acusó de todos los males al gobierno de EU por detener a “El Mayo” Zambada, se mostró colérico e iracundo, la presidenta se coordina y colabora con el gobierno de Donald Trump.
Ejemplos sobran.
Sheinbaum le va tirando la careta al presidente “más honesto” de la historia. Lo desenmascara y, cuidando las formas, sin confrontarse y con sutileza, lo coloca donde va. A él y a sus cercanos. Toma distancia de quienes se asumían herederos del lopezobradorismo -lo mismo los hijos del expresidente, que sus colaboradores más cercanos, como Adán Augusto López-.
La distancia entre ambos se ensancha y eso que apenas vamos cruzando el primer año del nuevo gobierno.
POR MANUEL LÓPEZ SAN MARTÍN
COLABORADOR
@MLOPEZSANMARTIN