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El fin de semana, el presidente Trump ordenó el despido de Erika McEntarfer, comisionada de la Oficina de Estadísticas
00:01 jueves 7 agosto, 2025
ColaboradoresEntre todos los reportes sobre los éxitos y el poder alcanzado por el presidente Donald Trump, aparece, sin embargo, lo que se ve como un deseo de que la información negativa sea combatida y suprimida a como dé lugar. O como sugirió un comentarista, es la reivindicación de la bruja Evillene, la villana de la comedia musical "The Wiz", que demandaba en una canción "no me traigan malas noticias".
El fin de semana, el presidente Trump ordenó el despido de Erika McEntarfer, comisionada de la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS), después de que el reporte mensual sobre creación de empleos reveló un estancamiento durante el mes de julio. Peor aún, el informe indicó que la economía estadounidense solo creó 73 mil empleos en julio y que los números correspondientes a los meses anteriores, mayo y junio, fueron menores que los inicialmente estimados.Pero por decirlo de esa manera, Trump "tiene otros datos".
Trump acusó a McEntarfer de haber manipulado los números para poner mal a su gobierno y a los republicanos. Asimismo, que en 2024 "arregló" los datos económicos para favorecer la candidatura de la demócrata Kamala Harris.
No es la primera vez que Trump y sus aliados se quejan de que lo que llaman "el estado profundo", o sea una cábala de burócratas, resiste a sus mandatos.
Hace apenas dos meses el objetivo era la Oficina Congresional sobre Presupuesto (CBO), por cuestionar las asunciones de una ley presupuestaria, bautizada por Trump como "grande, bella ley" (Big, beautiful bill), aprobada por la mayoría republicana en ambas cámaras del Congreso federal pese a que se espera agregue al menos tres millones de dólares a la deuda pública. En ambos casos, por cierto, los directores de oficina tienen relativamente poco impacto.
Las estadísticas y los análisis son elaborados por equipos con decenas de especialistas involucrados. Su información es considerada como referencia necesaria para la toma de decisiones del gobierno y empresarios.
La realidad es que, a pesar de todo, la economía estadounidense no pasa por su mejor momento, y que la reacción de Trump a las malas noticias ha sido "matar al mensajero" en vez de examinar y corregir sus políticas.
Ciertamente, no es un caso raro ni su gobierno el único que aborrece la idea de que sus propuestas políticas no den los resultados apetecidos y no solo persistan sino que redoblen sus apuestas con la esperanza de que las cosas mejoren.
En el caso de Trump, además, hay toda una serie de temas que no ayudan y lo llevan a pasar de una crisis a otra. De las cuestiones migratorias que ha ofendido a muchos estadounidenses a los acuerdos de paz fallidos, de los convenios comerciales que son menos de lo que dice a escándalos vinculados a su vida privada.
Pero apenas lleva seis meses de gobierno y su aprobación pública ya es negativa. No es una buena señal para un
gobernante que ha basado su carrera en la imagen.
POR JOSÉ CARREÑO FIGUERAS
COLABORADOR
@CARRENOJOSE