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El primero es una crisis migratoria; el segundo será un boquete en la fuerza de...
00:02 jueves 22 diciembre, 2022
ColaboradoresEl primero es una crisis migratoria; el segundo será un boquete en la fuerza de trabajo nacional; y el tercero será corregir el alto grado de informalidad El próximo Presidente de México tendrá tres retos que le llegarán como tsunamis y que deberá resolver desde los primeros meses de su administración. El primero es una crisis migratoria que incluye a México y no sólo a Estados Unidos; el segundo será un boquete en la fuerza de trabajo nacional; y el tercero será corregir el alto grado de informalidad económica. Llama la atención que prácticamente ningún precandidato ni aspirante ha planteado algún tipo de idea, solución o estrategia mínima para abordar estos problemas colosales. Sólo el canciller Marcelo Ebrard ha esbozado ideas al respecto en el marco de su función: la Alianza para la Prosperidad que discutirán Joe Biden y Andrés Manuel López Obrador podría ser un punto de arranque para propuestas que plantee Marcelo, en caso de convertirse en presidente. Pero se requiere mucho más. El problema es que el desafío migratorio será de México como país destino, no solo como país de tránsito. Hasta la fecha las políticas públicas se han centrado en contener el flujo migratorio hacia Estados Unidos, viendo a México como país de tránsito; pero México debe resolver qué hará con migrantes que cada día más buscarán asentarse aquí. De hecho, la oleada de nuevas empresas con el nearshoring abrirá el apetito de miles de personas que querrán venir a trabajar a este país, y paulatinamente van llegando a las grandes ciudades mexicanas, para quedarse. El fenómeno es notorio. El segundo desafío, la gran escasez de mano de obra, será el cuello de botella del crecimiento de México hacia el futuro. El nearshoring por sí solo no propulsará el crecimiento del PIB mexicano de manera sostenida. Es indispensable que para capitalizar esta oportunidad se resuelva la capacitación de miles de jóvenes para trabajar en manufacturas. Porque la carencia de fuerza de trabajo, ya evidente desde ahora, podría ser la condena a un crecimiento que no supere 2 por ciento anual durante muchos años, debido no tenemos trabajadores suficientes para aprovechar oportunidades. Y el tercer desafío es la informalidad. México no puede convertirse en país desarrollado si 32 millones de trabajadores permanecen en la informalidad como hasta ahora. El 55 por ciento de la fuerza laboral mexicana trabaja en esa condición, y deberá ser prioritario para el nuevo gobierno plantear una solución al respecto. No bastará que el próximo Presidente ancle su campaña en continuar las prioridades de la 4T. Ahora han surgido nuevos desafíos, y su gravedad estallará sin misericordia frente al nuevo gobierno. INFLACIÓN BANXICO La inflación en 2023 será más baja, incluso romperá el umbral de 5 por ciento. Los economistas encuestados por el banco que encabeza Victoria Rodríguez Ceja ahora piensan que será de 4.99 por ciento. Seguirá fuera del rango objetivo, pero va en ruta de ceder. POR CARLOS MOTA
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