Luego de un fin de semana violento que concluyó con el asesinato de 19 personas, entre ellas tres personas que fueron ultimadas en pleno centro histórico a medio día, el diputado federal Miguel Torres Rosales conminó a integrantes del Gobierno del Estado a presentar su renuncia ante su fracaso por frenar la violencia y combatir la inseguridad.  Su pronunciamiento lo hizo tras registrarse un múltiple homicidio en el Jardín Independencia, en pleno centro de la capital y justo en la hora de mayor actividad por la celebración del Día del Padre. El Representante Popular por el Partido de la Revolución Democrática (PRD) mostró su indignación por los hechos sucedidos en uno de los sitios icónicos de convivencia social de la ciudad, donde asesinaron a dos mujeres y un hombre, dejando gravemente herido a otro sujeto. Torres Rosales en su calidad de integrante del Grupo Parlamentario del PRD en la Cámara de Diputados reiteró que la política federal de Abrazos no Balazos es un rotundo fracaso, que al Estado sólo ha dejado muertos, ante la inactividad de las autoridades de los gobiernos estatal y federal, encabezados por los morenistas David Monreal y Andrés Manuel López Obrador.  En entrevista con W Radio pidió que si los funcionarios responsables no pueden cumplir su función de detener a la delincuencia y la violencia, “que renuncien”.  “No es posible que con toda impunidad hombres armados circulen, caminen y asesinen en el Centro Histórico y luego se den a la fuga, sin ser detenidos ni identificados, a pesar de que existe un sistema de cámaras de videovigilancia, que tiene lector de placas e identificación facial, además de decenas de testigos. Ya basta de que nadie se haga responsable por el crecimiento de la violencia, agregó al señalar a los gobiernos del estado y federal como tales y a quienes exigió actuar o que se vayan. En ese contexto llamó a la federación y al estado a reorientar la estrategia de seguridad, a fin de castigar a los homicidas y dar protección y garantizar los derechos humanos, de manera prioritaria, de las víctimas y no de los delincuentes, concluyó.