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El Doctor Patán soñó que un gringo malencarado, tipo los más nefastos entre los que aparecen en la serie “Yellowstone”, lo golpeaba reiteradamente
00:02 sábado 17 mayo, 2025
ColaboradoresEl Doctor Patán soñó que un gringo malencarado, tipo los más nefastos entre los que aparecen en la serie “Yellowstone”, lo golpeaba reiteradamente con lo que parecía ser un palo de escoba, entre insultos en inglés. Desperté bañado en sudor, con dolor de cabeza y una melancolía indefinida, pero pesada, que sí, parecen los síntomas de una cruda, pero no lo eran. Con el primer café, entendí lo que pasaba. Me había caído finalmente la conciencia de que los gringos, desde que llegó el señor Trump a la presidencia, nos está dando un trato verdaderamente terrible. Sé lo que me van a decir: que la compañera presidenta es la encarnación misma de la habilidad diplomática. Que es imposible capotear más virtuosamente la tormenta que significa la administración Trump en esta versión 2.0. Y o sea, obvio sí. Heredera del Von Ribentropp de Macuspana, el Excelentísimo Señor Ex Quinto Presidente Más Popular del Mundo (ESEQPMPDM), Supremo Canciller de la Nueva Izquierda, la Gran Líder ha sabido no contestar con prontos a las amenazas imperiales y no solo evitar, así, consecuencias de plano apocalípticas, sino incluso cosechar algunos comentarios muy elogiosos de su par norteamericano. Dicho esto, la distancia con el trato preferencial del que algunos compañeros de movimiento parecen sentirse beneficiados es infinita. De hecho, camaradas, el Doctor, orgulloso como está de las capacidades diplomáticas y la sagacidad geopolítica mostradas por el Segundo Piso de la Cuarta Transformación, quiere usar este espacio, hoy, para llamarlos a aceptar que los vecinos francamente nos están tratando a patadas. Corríjanme si me equivoco y siéntanse libres de subsanar cualquier omisión, pero, hasta donde recuerdo, con la administración Trump nos han: amenazado varias veces con aranceles, para medio quitárnoslos en el último momento y de todas formas dejarnos unos cuantos bastante onerosos, igual que a países que se han puesto más contestones; mandado drones militares como nubes de mosquitos; paseado enfrente de nuestras playas un barco de guerra, para que veamos que la cosa va en serio; observado con un avión espía; pedido, de su presidente a la nuestra, que los dejemos meter fuerzas especiales al suelo patrio, en el entendido de que nuestros organismos del orden sirven para tres cosas; dejado sin visa, de momento y que sepamos, a una gobernadora y un alcalde; mandado de regreso, con muy malas formas, a varios paisanos; amenazado con gravar las remesas; puesto tarifas bárbaras al jitomate, y vetado vacas y demás animalitos de granja por el problema del gusano barrenador. (Sugerencia de su Doctor: si ven la carne de res a un precio sospechosamente bajo, no la compren. No vaya a venir con premio.) En fin, que esta columna, hoy, es para decirles con dolor militante: sí, somos piñata. POR JULIO PATÁN
COLABORADOR
@JULIOPATAN09