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Los hurtos afectan la infraestructura y retrasan el inicio del ciclo escolar en condiciones dignas.
01:51 viernes 15 agosto, 2025
JaliscoDurante el periodo vacacional, las escuelas en México se convierten en blanco fácil para la delincuencia, lo que impacta directamente en el derecho a la educación de niñas, niños y adolescentes. Así lo señaló María Teresa Gutiérrez, directora de Monitoreo de Indicadores en Mexicanos Primero, al advertir que este problema, lejos de disminuir, se ha extendido por todo el país. “En estas vacaciones hemos identificado 288 robos en prácticamente todas las entidades federativas. Hay estados como Chiapas y Nuevo León donde se reporta una mayor incidencia, y en este último incluso ya se impulsa una iniciativa de ley para tipificar el delito de robo en escuela con sanciones más severas”, indicó. En entrevista para “Así las Cosas”, explicó que, a través de la campaña Échale un ojo a tu escuela, la organización da seguimiento a notas y reportes ciudadanos sobre estos delitos. “No hay un solo día del periodo vacacional en el que no registremos al menos un robo en alguna escuela. Se llevan desde computadoras y módems, hasta pupitres, tuberías y muebles sanitarios”, detalló. El problema, añadió, no es nuevo. Desde la pandemia, muchas instituciones educativas sufrieron daños o saqueos que, en algunos casos, nunca fueron reparados. “Los alumnos se van con una escuela en condiciones de funcionamiento y regresan a un plantel deteriorado. Esto afecta directamente su proceso de aprendizaje”, dijo. Gutiérrez señaló que las estadísticas oficiales son limitadas porque los robos no se clasifican específicamente como ocurridos en escuelas. “Se necesita tipificar este delito y aumentar las sanciones, porque no solo se atenta contra el patrimonio, sino contra el derecho a la educación”. Asimismo, urgió a actualizar la normativa de vigilancia escolar, vigente desde los años 80, que delega la responsabilidad a directores y conserjes, figuras que en muchos casos ya no existen en las escuelas públicas. La directora subrayó que la vulnerabilidad es mayor en planteles sin bardas, rejas o sistemas de videovigilancia, y en comunidades donde el presupuesto no alcanza para reponer el material robado. “Muchas veces son los padres de familia quienes cubren esos gastos, lo que aumenta las cuotas escolares y contradice el principio de educación gratuita”, advirtió. Finalmente, hizo un llamado a la sociedad para que participe en la vigilancia comunitaria y denuncie cualquier hecho delictivo. “Es una tarea de todos cuidar las escuelas, porque al protegerlas estamos defendiendo el derecho de nuestros estudiantes a aprender en un entorno digno y seguro”, concluyó.