El pasado 23 de diciembre, Renata Zarazúa tomó un avión con destino a Brisbane, Australia, para disputar un torneo. Arribó dos días más tarde. Aunque la Nochebuena la pasó en los cielos, trata de no anclarse a eso. A la mejor raqueta mexicana de la actualidad, el año 2025 le dará la oportunidad de jugar los cuatro Grand Slams del año: el Abierto de Australia, Roland Garros, Wimbledon y el Abierto de Estados Unidos. De esa forma, entiende que todo tiene un precio. "Tengo la oportunidad de viajar y hacer lo que más me gusta. Debemos estar agradecidos por eso. El 2024 fue por mucho el mejor de mi carrera, logré confiar en mí y en mi juego, en saber que me podía ir bien en los grandes torneos. Llegué a estar 51 del mundo y eso es algo increíble, por lo que trabajo todos los días”, señala Zarazúa. Hace apenas unos días cayó en segunda ronda en Brisbane, un torneo 500 de la WTA, ante la número uno del mundo, la bielorrusa Aryna Sabalenka. Después de un año de codearse con las mejores, considera que está lista para los grandes escenarios que le deparan este 2025. "No quiero mentalizarme en ganar sólo una ronda, ni ganar experiencia. Ya tengo el juego para que me vaya bien, jugar con la presión y con los nervios. Hay mucha atención, pero estoy lista para que me vaya bien”, comenta al otro lado del teléfono y con más de 16 horas de diferencia respecto a la Ciudad de México. Acompañada de su padre y de su entrenador en esta travesía por Australia, Zarazúa ha encontrado un balance para que sus metas no la sobrepasen, una batalla que, cuenta, ha tenido durante toda su carrera. "Soy una jugadora que necesita muchas horas en la cancha para sentirse bien. Tener el ranking atrás me hace empujarme más y más, pero también me juega en contra. Hay veces que por querer ser perfeccionista me sobrepaso en el límite de entrenar y esa es una pelea que constantemente tengo conmigo y mis entrenadores, de saber que ya fue suficiente y me puedo ir tranquila”, menciona. Para la tenista, lo más importante este año será poder cruzar la barrera de las 50 mejores raquetas y, con ello, continuar siendo la misma Renata Zarazúa: la que ha intentado inmortalizar sus sueños con valentía y júbilo. "Ser buena persona, a veces cuando eres buena tenista se te va la onda y crees que ya eres una estrella. Tener buenos resultados en los Grand Slams, subir mi ranking al top 40 y que mi familia y yo sigamos sanos. Espero seguir teniendo gente que me apoye económicamente y de corazón, que siempre quiera lo mejor para mí. Deseo una vida tranquila y feliz”. Con información de ADRENALINA