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Conoce los datos de uno de los presidentes más controversiales de México
18:05 sábado 1 enero, 2022
MéxicoEl expresidente de México a principios del siglo XX, Don Porfirio Díaz Mori, es uno de los personajes políticos más polémicos de la historia de nuestro país a lo largo de los tiempos modernos. El General Díaz es reconocido por darle una cara “europea” al país, al generar las condiciones para la creación de infraestructura que perdura hasta nuestros días, con el auge del telégrafo se abrieron las puertas para la construcción del ferrocarril a lo largo de todo el territorio nacional, la creación de grandes obras carreteras, edificios impresionantes como el Palacio de Bellas Artes o el Edificio de Correos en la Ciudad de México o el Teatro Juárez en Guanajuato, además de otras aportaciones. Sin embargo, también es reconocido por ser un hombre habituado al poder, por lo que permaneció al frente del estado mexicano por décadas hasta que finalmente en 1911 abandonó el país para nunca volver, sus restos descansan en París, Francia en el cementerio de Montparnasse. La vida y obra de Díaz ha sido motivo para que diversos especialistas e investigadores hayan creado infinidad de libros sobre su vida política, militar y desde luego la parte más íntima, esa que no vio la luz hasta después de Porfirio Díaz abandonó el país. La vida en familia El General Díaz tuvo ocho hijos (al menos los reconocidos) y una hija fuera del matrimonio, la mayoría de ellos murieron durante la infancia, y solo tres de ellos llegarían a la edad adulta. El primer matrimonio del expresidente se llevó a cabo en 1867 con su sobrina, Delfina Ortega, de quien enviudó en el año de 1880. El segundo fue con Carmelita Romero Rubio, entre los años 1881 a 1915, sin embargo, la compañía de Carmelita no fue suficiente, ya que no pudieron engendrar hijos hasta el día de la muerte de Díaz. La primera hija del General llevó por nombre Amada, fruto de la relación con una mujer de nombre Rafaela Quiñones, la niña Amada vivió solo unos años con su madre, sin embargo, al poco tiempo se mudó con su padre y su esposa, Delfina, misma que la recibió como si fuera su propia hija en el seno familiar. Esa misma postura se mantuvo cuando el General se casó por segunda ocasión con Carmelita, por lo que Amada siempre estuvo dentro del seno familiar de la familia Díaz. En 1888, Amada se casó con el joven acaudalado Ignacio de la Torre y Mier. El matrimonio fue muy polémico, pues se rumoraba que Ignacio era homosexual, tanta fue la polémica que se menciona que cuando De la Torre fue hecho prisionero por las huestes de Venustiano Carranza, acusado de ser cómplice en la muerte de Francisco I. Madero, los soldados de Emiliano Zapata lo atacaron sexualmente, por esa razón huyó a los Estados Unidos en 1917 y estando ahí se operó en la zona del recto por los ataques del que fue objeto, su cuerpo no resistió y falleció, dejando en la soledad y pobreza a su esposa, la hija de Porfirio Díaz. La mala suerte terminó con los sueños del General Los primeros tres hijos de Porfirio y Delfina nacieron en Oaxaca. Sus nombres eran Porfirio Germán, Camilo y Laura Delfina, pero ninguno vivió más de dos años. Cuando el matrimonio se mudó a Tlacotalpan, en la finca de La Candelaria, volvieron a probar suerte para tratar de formar una familia. Ahí nacerían los dos hijos legítimos que sí llegaron a la edad adulta. En 1873 llegó al mundo Deodato Lucas Porfirio, quien después se formó como ingeniero militar. Dos años después, los Díaz recibieron a Luz Aurora Victoria, quien al crecer se casó con Francisco Rincón Gallardo, de la familia de los Marqueses de Guadalupe. Al alcanzar la Presidencia, Díaz se trasladó con su familia a la capital mexicana. Ahí nacería, en 1878, Camilo el séptimo de sus hijos, un bebé que solo vivió un día.
Algo similar pasó con su hermana Victoria Francisca, la octava hija del General y que solo vivió pocas horas después de su nacimiento en 1880. Luego de este último parto, Delfina quedó severamente afectada en su salud y fallecería seis días después, dejando desconsolado al expresidente. Mientras que Amada no tuvo hijos, Porfirio y Luz le dieron varios nietos al exmandatario. A la fecha, se calcula que hay 160 tataranietos de Porfirio Díaz. --
Con información de El Heraldo de México