Jared Leto supera los 50 años de edad y aún así, luce bastante joven. Todo esto ha sido gracias a algunos hábitos de vida que respeta. Jared Leto es un músico y actor bastante exigente consigo mismo; para interpretar algunos de sus roles, se ha sometido a severos acondicionamientos físicos en los que ha subido 30 kilos a su peso regular o ha bajado 17 de lo que acostumbra pesar. A lo largo de una vida en la que se ha reinventado como artista e incluso cuando ha alcanzado el grado de rockstar, Jared se ha visto favorecido con los años y mantiene a la juventud de su lado, pero nada de esto es casualidad… la estrella tiene un régimen de hábitos que forman parte de su estilo de vida, sin importar sus compromisos laborales. Además de ser un practicante comprometido con el yoga y la meditación, la estrella sigue un régimen alimenticio desde hace más de dos décadas en el que si bien no se obsesiona con cosas que pueda o no comer, sí limita el consumo de carne, lácteos, sal y azúcar. Naturalmente, se ejercita; para ello recurre no sólo al levantamiento de pesas y el senderismo, sino que también hace escalada. Por si fuera poco, respeta lo más posible sus horas de sueño, y cuando se encuentra filmando alguna película o de gira con su banda, aprovecha algunos ratos libres para tomar siestas reparadoras. Al ser de tez blanca y ojos claros, tiene presente que el uso de gafas oscuras es fundamental para proteger su mirada de líneas de expresión… incluso en espacios al interior se ha llegado a mostrar con lentes de sol, para no verse deslumbrado por los flashes y luces de los sets de grabación que a la larga forman arrugas a los extremos de la vista. Estos son algunos de sus breves, pero efectivos secretos, entre los que además salta un detalle a la vista: nunca tiene miedo a experimentar. Jared no se cierra a experiencias por su edad, al contrario: usa toda clase de prendas que le parezcan interesantes, se corta el cabello como prefiere e incluso lo tiñe si le apetece… ese poder de decisión y la libertad de elegir cómo luce es un reflejo de que su juventud empieza desde un estado mental en el que no se encasilla. -Con información de Excélsior