Hablar de remesas no siempre es bueno, pues a pesar de ser un motor de la economía mexicana -superando a rubros como el petróleo y el turismo- es el reflejo de que muchas personas han tenido que irse a los Estados Unidos para enviar dinero a sus familias, muchas de ellas oriundas de pueblos y comunidades que de eso se sostienen, señaló el economista Óliver René Aroyo Leos. En consecuencia, el que México sea ya el segundo lugar a nivel mundial en recepción de remesas es también un reflejo de que las familias necesitan cada vez más dinero porque les alcanza menos con la dinámica económica que se vive en el país, causada -afirma Leos- por la falta de oportunidades, la carestía después de la pandemia y la poca efectividad de programas sociales que no ayudan a todas las personas. No obstante, las remesas han venido un poco a la baja en los últimos dos meses -después de algunos años de romper todos los récords-; ante ello, Leos apuntó que las causas pueden centrarse en el resultado de las elecciones en Estados Unidos, la preocupación por lo que pueda venir más adelante, así como los indicios de desaceleración que ha manifestado la economía a diferentes niveles y latitudes. Aunado a ello, El Fondo Monetario Internacional redujo su expectativa de crecimiento para el vecino del norte, algo -aseveró Óliver Leos- que es malo para México. Finalmente, respecto al Paquete Presupuestal para 2025, el especialista expresó que lo más preocupante es la deuda en la que la política oficialista a encaminado al país. “Sobre esa deuda se pagan intereses”, dijo; además, en caso de que un problema económico se presenta para México, junto con la deuda, el reflejo se verá en dos rubros: el tipo de cambio y la tasa de interés; quiere decir que el gobierno tendría que pagar y destinar más recursos para solventar esos intereses.