Es necesaria una política migratoria más efectiva que ayude a mitigar la situación en el país, enfatizó Sigifredo Noriega Barceló, obispo de la Diócesis de Zacatecas, luego de que más de 2 mil migrantes quedaron varados cerca de una comunidad de Fresnillo, después de que Ferromex suspendió actividades en algunos de sus trenes. Aunque reconoció que se tendría que revisar la razón por la cual Ferromex tomó la decisión de dejar los vagones dónde venían estos migrantes, comentó que "habla mal de nosotros" el hecho de normalizar este tipo de situaciones.

"Yo no sé cual sería la intención en un lugar tan peligroso como es esa parte del municipio de Fresnillo, habría que ver qué se busca con esto, que se pretendía con esto (...) esto habla mal de nosotros, que la violencia se está normalizando, el trato inhumano de esta gente que emigra se está normalizando", dijo. Noriega Barceló dijo que este tipo de situaciones continua pasando desde hace muchos años en diferentes estados de la República, sobre todo en Chiapas que comparte frontera con Guatemala y es la principal conexión por dónde cruza la mayoría de los migrantes sudamericanos. Destacó que aunque la Iglesia ha ofrecido apoyo para albergar a migrantes que se trasladan por el territorio, el fenómeno de la migración ha sobrepasado las acciones de ayuda, ya que no existe manera de atender a gran cantidad de personas.