Roma, Italia.- Mis papás me llevaron en tren hasta Tamaulipas. Fue una gran experiencia porque alquilamos todo un vagón. Fuimos desde el entonces DF hasta la frontera. Esto fue hace 37 años. La aventura la vivimos con el gran Alejandro Rey Bosch. Aunque él y su esposa son más jóvenes que mis padres, siempre hubo una gran hermandad con esa gran familia de origen tabasqueño. Terminamos el paseo en su casa de San Antonio, Texas. De universitario fui a ver varios conciertos al estadio Corregidora de Querétaro. Mis cuates y yo nos íbamos en tren. ¡Vaya aventura! Conocí este gran continente por este maravilloso medio de transporte y fui de la generación que, para ahorrarme algunos hoteles, dormí en literas y entre rechinidos de durmientes. Un día, también con mis jefes, nos quedamos dormidos. Íbamos a Pamplona, pero nos echaron en Irún. Así conocimos Rentería y el país Vasco. Ya como conductor de noticieros usé varias veces el tren Bala de Tokyo a la región de Kansai. Hace pocos años me escapé de Washington a NYC para visitar a mi prima Hilda. Salía de un “sustito” médico que venció. Después de un buen almuerzo, regresé a la capital estadounidense. En diciembre pasado llevé a mi hijo Arnau por el Eurotunel, una obra de la ingeniería moderna. Dejemos por unos minutos la confrontación política y la división ideológica. ¿Quién en su sano juicio puede hablar mal de este maravilloso medio de transporte? Le ruego, caro lector, que dejemos por unos minutos la confrontación política y la división ideológica. Nos urge que regresen los trenes para que lleguen más rápido y de manera más económica todo lo que consumimos en casa. De la misma manera, nos urge que regresen para podernos transportar de manera más segura y cómoda. Con el Corredor Transísmico (que conectará el Océano Pacífico con el Atlántico); el Tren Maya (que conecta prácticamente toda la Península de Yucatán); y el Tren CDMX- Toluca, las cosas cambiarán. ¿Recuerda que le pedí líneas arriba que dejemos por unos minutos la confrontación política y la división ideológica? Pues imagine ahora, que en 6 u 8 años -no importa cuánto nos lleve de tiempo para concretarlo- tengamos de nuevo la ruta ferroviaria CDMX- Querétaro. Pero agréguele que, de ahí, salga otra vía a Guadalajara. ¡Sería fundamental para el país! La promesa es que otra vez podremos llegar hasta los Estados Unidos, vía Laredo, con estaciones en SLP y Monterrey; y a Pachuca desde el AIFA. No importan los colores ni la ideología. No importa si es la idea de la izquierda o la derecha, pero nos urgen los trenes. COLOFÓN.-

+Mauricio Tabe les dio una gran lección a todos: la chamba mata el rollo político.

+Su apuesta a dirigirse a las mujeres resultó.

+No lo pierda de vista. Se convirtió en el verdadero líder del PAN en la CDMX. POR GUSTAVO RENTERÍA

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