La explosión de Tlahuelilpan, Hidalgo, y la muerte de los migrantes en un centro de detención en Ciudad Juárez han sido los momentos más duros que le ha tocado experimentar en su gobierno, así lo aseguró el presidente Andrés Manuel López Obrador durante la conferencia de prensa de este viernes en Palacio Nacional "Ese ha sido el acto más duro el que más me ha afectado anímicamente", dijo para referirse al estallido en una toma de clandestina de combustible, la cual se dio a unos días de que inició su gobierno.  El segundo momento que más lo marcó, confesó, fue el fallecimiento de las 38 personas en un centro de reclusión del Instituto Nacional de Migración, la noche del pasado lunes en Chihuahua.  "Me conmovió, me partió el alma", dijo.  El mandatario dijo que su trabajo a lo largo de cuatro años se ha centrado en ayudar a los indocumentados e inclusive ha hablado en diversas ocasiones con la administración de Estados Unidos para que se atiendan las causas que llevan a la gente a tratar de salir de sus países para buscar el sueño americano. Lamentó que ni con el expresidente Donald Trump, ni con el presidente Joe Biden pudo hacer que se invirtiera lo suficiente para poder dar atención a estos individuos. No obstante, con el segundo dijo que logró que se entregaran visas temporales. Dijo que es muy complicado encontrar caminos para que los sudamericanos se queden a trabajar en México, debido a que ya tienen la intención de llegar a suelo norteamericano. Aseguró que se ha demostrado a través de sus esfuerzos que la inversión permite que las personas se queden en sus lugares de origen.  "Hemos invertido más de 100 millones de dólares en comunidades de El Salvador, Honduras, de Guatemala. Hemos estado en Centroamérica". Con información de El Heraldo de México.