Maximino Jasso Padrón, director de Ecología del Ayuntamiento de la Capital, señaló que hay más de un centenar de ladrilleras operando en la clandestinidad. Estos hornos están operando con los insumos más nocivos para la salud, no sólo de los ladrilleros, sino de la población de San Luis Potosí. “Ya no podemos soportar más quemas, ni hornos sean eléctricas o con sopladores, porque generan bioxinas al aire; así vamos por una economía circular, donde literalmente transitemos hacia materiales más sostenibles, y en este sentido no hay más que el block”. El funcionario municipal dijo que hay ladrilleros ilegales que incluso mudan sus hornos a predios que invaden. En este sentido, dijo que es necesario que se unan los esfuerzos entre iniciativa privada y gobierno, para comenzar a propiciar sitios que puedan construir otro tipo de insumo, que represente un proceso más limpio: “Alrededor del 63 por ciento de construcciones en proceso ya se edifican con block o ladrillo cerámico, que requieren de otros procesos para su elaboración”.