Su belleza física la colocó como una de las principales modelos Pin-up de la guerra y posguerra y fue su trabajo frente a la cámara fotográfica lo que catapultó a Marilyn Monroe hacia el cine y de ahí a convertirse en uno de los símbolos sexuales de las décadas de los 50 y 60; un referente de la revolución sexual, y un icono de la cultura pop de todos los tiempos que a seis décadas de su muerte sigue vigente. El 5 de agosto de 1962 el mundo se enteró de que la rubia debilidad había fallecido entre las 20:30 y las 22:30 horas del día anterior en su casa de Brentwood, Los Ángeles, y las teorías de la muerte comenzaron a circular. Desde que la CIA tuvo algo que ver hasta que el entonces presidente de Estados Unidos, John F. Kennedy, y su hermano Bobby Kennedy habían sido los autores intelectuales de la misma, sin embargo, el diagnóstico forense determinó que la causa había sido una sobredosis de barbitúricos tomados por ella misma. Tan sólo tres días después se llevó a cabo el funeral en el Westwood Memorial Park Cemetery, organizado por su esposo Joe DiMaggio, al cual sólo asistieron las personas más cercanas a la actriz: Berniece Baker Miracle, su hermana e Inez Melson, su mánager, entre otras pocas personas más, sin embargo, otros cientos se dieron cita en los alrededores del cementerio para despedirla, que hasta ese momento había logrado recaudar más de 200 millones de dólares —alrededor de dos mil millones actualmente— con sus películas. Si bien Monroe se convirtió en el emblema de las rubias californianas, por sus venas corría sangre mexicana de primera generación; su madre, Gladys Pearl Baker nació en Piedras Negras, Coahuila, en el seno de una familia pobre que a principio del siglo XX emigró a California. Fue ahí donde Gladys conoció, después de un matrimonio fallido y dos hijos, a Martin Edward Mortensen, con quien se casó y por mucho tiempo se pensó que era el padre de la rubia, sin embargo, de acuerdo con el documental Marilyn, Her Final Secret, una prueba de ADN realizada en 2022 arrojó que el padre biológico de la actriz fue Charles Stanley Gifford, un compañero de trabajo de Gladys. Tras una infancia y adolescencia en la que pasó de una a otra casa sustituta y orfanatos, Monroe encontró su camino en la vida cuando, después de haber formado parte de la fuerza laboral femenina requerida durante la Segunda Guerra Mundial, conoció a un fotógrafo, David Conover, que había formado parte de la Primera Unidad Cinematográfica de la fuerza Aérea Norteamericana, quien la convirtió en una de las modelos de Pin-up, de cabello castaño, más cotizadas de la época. Y de ahí el paso lógico fue el cine que se encontraba en pleno crecimiento después de la guerra. En 1946, cuando firmó su primer contrato con 20th Century Fox, decidió dejar atrás a la chica de cabello castaño Norma Jean Mortenson —su nombre de pila— para convertirse en Marilyn Monroe. Tras haber pasado los primeros seis meses de contrato con la Fox en los cuales se dedicó a aprender actuación, a cantar y bailar, así como aprender el proceso cinematográfico, Monroe comenzó a tener algunos papeles en las películas de la compañía: Dangerous Year y Scudda Hoo! Scudda Hay! fueron sus primeras participaciones en el séptimo arte. Los maestros del Actors’ Laboratory Theater, escuela en la que Marilyn se enroló para aprender actuación, pensaban que la rubia era demasiado tímida e insegura y que tendría poco futuro en el mundo de la actuación... así 20th Century Fox no le renovó su contrato en 1947, pero un año después Columbia decidió firmarla en sus filas. Una vez que formó parte de esta compañía fue cuando la transformación y el nacimiento del icono se dio. Durante sus primeros meses como parte de la nómina de Columbia, Monroe se tiñó el cabello de rubio platinado y comenzó a trabajar al lado de Natasha Lytess, quien se convirtió en su coach dramático hasta el final de sus días. Con Ladies of the Chorus obtuvo su primer papel protagónico en donde personificó a una chica cantante de un coro que era cortejada por un hombre adinerado, la película no tuvo éxito y el contrato de la actriz no fue renovado. En ese tiempo se convirtió en la protegida de Johnny Hyde, vicepresidente de la agencia William Morris, y fue a partir de esta relación que Monroe tuvo la oportunidad de participar en dos proyectos cinematográficos exitosos: All about Eve, de Joseph Mankiewicz y The Asphalt Jungle, de John Huston, las cuales la pusieron en la mira para que 20th Century Fox la volviera a firmar con un contrato por siete años. Poco a poco y haciendo papeles secundarios en cintas como As Young As You Feel, Love Nest y Let’s Make It Legal, Marilyn se fue convirtiendo en un fenómeno en el gusto del público de quien recibía miles de cartas cada semana, además de su publicitado romance con el afamado beisbolista Joe DiMaggio la colocó como un producto altamente redituable para el estudio. Poco a poco Marilyn empezó a conocer el negocio del espectáculo, en el que muchos quisieron sacar provecho de ella. En 1949 la modelo realizó unas fotos desnuda y para 1952, esas fotografías se estaban convirtiendo en un objeto de chantaje, así que en conjunto con el estudio, la actriz salió ante el público a declarar que había posado para esas fotos, lo cual en vez de dañar su imagen aumentó su simpatía entre el público y por ende el interés en sus películas como Clash By Night, Don’t Bother to Knock y We’re Not Married!, las cuales se lanzaron poco después del escándalo. Así fueron llegando cintas como Monkey Business, en donde compartió el set con Cary Grant, Full House a lado de Charles Laughton, Niágara —cinta con la cual se consagró como el símbolo sexual de la época—, a la cual siguió Los caballeros las prefieren rubias, la cual se convirtió en un éxito de taquilla en 1953; también formó parte del elenco de Cómo atrapar a un millonario. La confirmación de que Monroe era un símbolo sexual llegó en 1953 cuando, sin su consentimiento, Hugh Hefner la colocó en la portada del primer número de Playboy con una foto que le tomaron un año antes en un concurso de belleza... y en el interior una de las fotografías del desnudo que hizo en 1949. En 1954, en medio de su gran popularidad, Monroe se casó con DiMaggio en San Francisco, renegoció su contrato con Fox, logrando un bono de 100 mil dólares y el protagónico en la cinta La comezón del séptimo año en donde realizó una de las escenas más icónicas de su carrera: el paso por el respiradero del metro de Nueva York donde vuela la falda de su vestido blanco dejando al descubierto sus piernas y parte de su cadera. Siete años después filmaría Los inadaptados al lado de Clark Gable y Montgomery Cliff. Esta cinta se convirtió en un fenómeno comercial y catapultó a la actriz a una fama internacional, sin embargo, también fue ese éxito lo que llevó a Monroe y DiMaggio a divorciarse. En el plano amoroso Monroe estuvo rodeada de hombres poderosos. Si bien mantuvo cierta amistad con DiMaggio, también salió con Marlon Brando y al poco tiempo con el dramaturgo Arthur Miller, con quien se casó en 1956 y se divorciaron en 1961. Tras su muerte el 4 de agosto, Monroe se convirtió en un icono de la cultura estadunidense del siglo XX compartiendo popularidad con personajes como Elvis Presley y Mickey Mouse. Se convirtió en inspiración de cientos de libros que tocaron su vida desde la perspectiva de la estrella de la época dorada de Hollywood y, por el otro lado, desde la visión feminista o de la mujer que vivió una vida en apariencia perfecta, pero en el fondo con problemas personales y de autoestima. El artista estadunidense Andy Warhol la inmortalizó en su obra The Marilyn Diptych, la cual se encuentra exhibida en el Museo de Arte Moderno de Nueva York. Los datos Something’s Got to Give fue la última cinta que filmó. Quedó inconclusa.

Nació el 1 de junio de 1926.

Su nombre real era Norma Jeane Mortenson.

Tenía 36 años cuando falleció.

Recaudó más de 2 mil millones de dólares (actuales) con sus cintas.

Se casó tres veces. No tuvo hijos.

Ganó en tres ocasiones el premio PhotoPlay: Actriz en crecimiento más rápido en 1952, la estrella femenina más popular en 1953 y Mejor Actriz por Los caballeros las prefieren rubias y Cómo casarse con un millonario en 1954.

Ganó un Globo de Oro en 1960 por Una Eva y dos Adanes.

Netflix estrenará en septiembre próximo la cinta Blonde, protagonizada por la cubana-española Ana de Armas y producida por Brad Pitt.

-Con información de Excélsior