La reciente actividad del volcán Popocatépetl ha desatado temor entre la población que es testigo de su poder mostrado con fuertes estruendos y lluvia de ceniza que tiñe de gris entidades enteras. Aunque no es el único cuya explosión sería devastadora, pues se encuentra en la lista de los más peligrosos del mundo junto a aquellos capaces de afectar el clima a nivel mundial. El Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred) explica que un volcán “es una abertura en la tierra por donde sale el magma de su interior. Son montañas o cerros que se forman por la acumulación sucesiva de capas de lava, cenizas y otros materiales”. En México existen más de 2 mil volcanes de los 14 están activos, mientras que en todo el mundo hay cerca de mil 350 que mantienen su actividad. Volcanes más peligrosos del mundo

El volcán Santa María, ubicado en Guatemala, es considerado uno d los más devastadores del mundo y, de acuerdo con National Geographic, aunque se considera que está activo desde hace más de 30 mil años fue en 1902 su explosión más impactante catalogada entre las tres peores del sigo XX por la que alrededor de 6 mil personas murieron. El mundo entero ha sido testigo del poder del volcán Kilauea. Ubicado en Isla Grande, Hawái, se mantiene activo y entre las erupciones que dejaron huella en la historia destacan las de 2008 y 2018, pero durante ésta última la actividad se trasladó a otra zona del volcán y causó la destrucción de pueblos enteros. Una caldera volcánica son de gran interés entre los expertos y, de acuerdo con la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) se trata de “estructuras semicirculares de grandes dimensiones distintas de un cráter; por lo general son semicirculares y tienen un diámetro de 10 a 50 kilómetros”. La caldera Aira es una de las más peligrosas del mundo y se ubica en la isla Kyushu, en Japón. La primera vez que hizo erupción fue hace 22 mil años y nutre a otros volcanes como el Sakurajima que se encuentra en los más activos del país. El poder del Popocatépetl

Ana Lilian Martín del Pozzo, investigadora del Departamento de Vulcanología del Instituto de Geofísica de la UNAM, señala que en México hay registro de erupciones volcánicas desde antes de la Colonia gracias a los códices de los pueblos prehispánicos. Esto ha ayudado a expertos en la actualidad para crear mapas de peligro de volcanes como el Popocatépetl. Vulcanólogos de la máxima casa de estudios señalaron durante una conferencia de prensa que tras el sismo de 2017 se registraron cambios en la actividad de “Don Goyo”, como un aumento en el diámetro del cráter que se ha hecho más profundo. Datos como los anteriores arrojaron como resultado uno de los escenarios más impactantes, aunque poco probable: “Periodo sin explosiones ni emisiones de gases hasta que la presión acumulada se libera rápidamente, provocando una erupción de gran magnitud”. Con información de El Heraldo de México.