Para algunos, la actualidad política de Estados Unidos se puede presentar en una frase: el presidente Donald Trump energiza a la base demócrata. Y eso implica la que parecía impensable posibilidad de un cambio en las mayorías legislativas, ahora republicanas, por 52 a 48 en el Senado y 220 a 214 en la Cámara baja.

La preocupación fue desatada por una cómoda victoria republicana en Tennessee, un estado considerado como rabiosamente republicano donde el presidente Trump ganó por 22 puntos de ventaja. Pero una elección especial en un distrito rural de Tennessee, para elegir a un nuevo diputado federal, arrojó una ventaja de apenas nueve puntos a pesar del abierto respaldo de Trump.

Para analistas republicanos citados por varios medios políticos, eso implica la posibilidad de un cambio de 15 puntos en la preferencia de los votantes y, por tanto, según estimación de la cadena PBS, la posibilidad –aunque no seguridad– de perder hasta 35 curules en la Cámara baja. Para analistas, los republicanos, a comenzar por el propio Trump, parecen tener problemas para enfrentar el ahora principal argumento económico de los demócratas: costeabilidad.

En otras palabras, es el costo de vida. Es de hecho el mismo problema que tuvo el presidente Joe Biden y que le dio la victoria a Trump en 2024. "El Partido Republicano tiene dificultades para responder. Y eso se debe en parte a que su principal portavoz –el hombre que absorbe toda la atención mediática, es decir, el Presidente de Estados Unidos– sigue sin estar convencido de que exista un problema real". Desde el punto de vista de Trump no hay problema.

"Es una falsa narrativa", dijo Trump en una reunión de gabinete. De acuerdo con la versión oficial, los precios de los huevos han bajado, tal como la gasolina, los impuestos y las tasas de interés. El descontento de la gente se debe a que "están recibiendo noticias falsas de gente como ustedes", dijo Trump a los periodistas. "La asequibilidad es un engaño iniciado por los demócratas".

Pero casi la mitad de los estadounidenses, poco más de 46%, señaló que el costo de vida es su mayor preocupación, de acuerdo con una encuesta divulgada por Politico.

Reportes sobre un creciente número de recortes de empleados en empresas y el hasta ahora fracasado intento de lograr un acuerdo que reduzca al menos los incrementos en los costos de salud. La negativa de Trump y la percepción pública parecen en rumbos opuestos, en lo que hace recordar la situación en que se encontraban Biden y los demócratas hace poco más de un año.

Hace 20 días, la diputada republicana Marjorie Taylor Greene, que hace dos años era una de las más entusiastas promotoras de Trump, anunció su retiro del Congreso, fastidiada por lo que consideró como vuelco de Trump hacia la política exterior, tras prometer toda su atención a los problemas domésticos, en especial costos de vida y salud. Y no es la única. La incertidumbre volvió a la política estadounidense, aunque sea de forma relativa.

POR JOSÉ CARREÑO FIGUERAS  

COLABORADOR   

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