Es la alcaldía más insegura, y también es en la que a diario confluyen más personas. Más de 5 millones de personas viven, trabajan o cruzan todos los días la Cuauhtémoc. Es, además, el territorio donde reside y despacha el presidente, y la sede del gobierno capitalino. Ahí está en Centro Histórico y Tepito. También la Roma y Condesa. Ayer comenzaron los debates organizados por el IECM entre aspirantes a las 16 alcaldías en CDMX. Y arrancaron entre acusaciones y señalamientos. Hubo encontronazo entre Caty Monreal, candidata de la alianza Morena-PT-Verde y Alessandra Rojo de la Vega, de la alianza PAN-PRI-PRD. Se dieron con todo. Fue un buen debate porque sí, hubo propuestas, pero sobre todo el ejercicio quedó marcado por el contraste. De eso se trata: que los ciudadanos tengan más herramientas para un voto informado.  La relevancia de la Cuauhtémoc rebasa a quienes habitan esa alcaldía, es -o tendría que ser- de interés de todos los capitalinos. Se habló de muchas cosas, pero dos temas prevalecieron: seguridad y corrupción. Y hubo dos ausentes varias veces aludidos: Sandra Cuevas y Ricardo Monreal. Volaron fotos y acusaciones de un lado al otro. Rojo de la Vega fue contundente en el arranque: en la alcaldía hay 3 mujeres violadas cada 24 horas; la tasa de homicidios duplica la de la CDMX. Apenas arrancaba el debate y conectó dos golpes. El resto del debate lo transitó en ese tono: acusó al “monrealato” de tener 48 propiedades, de haber impuesto a Cuevas y a Caty de tener en su equipo a un hermano de la exalcaldesa además de a funcionarios de su administración. Alessandra soltó un golpe tras otro. A eso iba. En la otra esquina, Caty inició propositiva, hablando de las primeras infancias, la salud mental de las mujeres y las personas con alguna discapacidad. Cuando apenas entraba en ritmo ya había recibido varios dardos que intentó responder, también mostrando a Rojo de la Vega en imágenes con Cuevas. Para responder a los señalamientos sobre inseguridad, echó mano de Omar García Harfuch, de quien la 4T se cuelga constantemente. Hasta saludos le mandó.  El debate no será definitorio, pero sí indicativo de lo que vendrá, cuando estamos a menos de 50 días de las elecciones de junio próximo.  En la Cuauhtémoc, la moneda está en el aire. Esa alcaldía ya la gobernó Morena, luego ocurrió el accidente llamado Sandra Cuevas, y ahora parece que cualquiera de las dos puede ganar. Ambas son jóvenes y echadas para adelante. Lo que para Caty es un punto a favor, también le podría jugar en contra: la figura de su padre es tan grande, que puede eclipsarla. Alessandra no tiene nada que perder, tiene un discurso frontal y trae de su lado el desgaste del gobierno capitalino y los escándalos de Cuevas, a quien vincula con los Monreal. Por muchas razones, la Cuauhtémoc será de las contiendas más llamativas. Por lo simbólico, sí, pero también porque puede inclinar la balanza en la elección por la jefatura de gobierno. -Off the récord

Siguen enredados en Hermosillo. A Morena se le fue el plazo y a menos que el Instituto Electoral Estatal de Sonora haga una maroma, no podría ir junto con sus partidos aliados: PT, Verde, PES y Panal. Su candidata, María Dolores del Río, tendría que competir en solitario. A propósito del IEE, para el debate se definieron temas que no corresponden con el municipio. ¿Por qué las ocurrencias?  POR MANUEL LÓPEZ SAN MARTÍN [email protected]    @MLOPEZSANMARTIN