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La ineficacia del General Marín es evidente.
06:02 jueves 29 septiembre, 2022
ColaboradoresZacatecas enfrenta altos niveles de inseguridad y de violencia, con más homicidios registrados anualmente, un mayor número de personas reconocidas como desaparecidas o no localizadas.
La violencia, entre homicidios, desapariciones y otras formas de violencia, se ha vuelto una herramienta tristemente cotidiana que usan diferentes actores y grupos para imponerse, enviar mensajes y buscar controlar mercados ilegales y territorios.
A nivel federal, el presidente López Obrador dice que hay que ampliar y hacer prácticamente permanente el despliegue de las fuerzas militares en tareas policiales en todo el país. Dice que son ellas las únicas que pueden hacerse cargo de este gran problema, que las instituciones locales y civiles no pueden hacerlo.
Esta es una de las formas de aplicación de la llamada estrategia de combate a la violencia e inseguridad.
En Zacatecas han desplegado un discurso armonizado con esa estrategia, y el secretario de seguridad pública, Adolfo Marín Marín, ha mostrado una enorme ineficacia y una aguda ausencia de visión para enfrentar las tareas, aun y cuando él diga lo contrario.
39 policías asesinados hasta ahora, no son suficientes para entender que no solo la estrategia es la que ha fallado, sino que la dependencia encargada de salvaguardar la seguridad no tiene las herramientas para efectuar levantamientos de información con la inteligencia adecuada para hacer frente al crimen organizado.
De acuerdo con testimonios, recabados desde la redacción, en la denominada Mesa Estatal de Construcción de Paz y Seguridad, falta inteligencia y trabajo serio. El secretario de Seguridad es un invitado de piedra, ya que no habla, no opina y cuando lo hace, prácticamente nadie atiende sus intervenciones, incluido el Gobernador.
Un dato revelador de todo lo anterior, es la propia reunión de esa mesa de fecha nueve de septiembre, con la presencia del Presidente Andrés Manuel López Obrador, que dejó muy clara su molestia con el gabinete de seguridad, especialmente con el gobernador del Estado, a quien apenas si le dirigió el saludo, para luego ir a la mañanera y lanzar una serie de epítetos en contra de su hermano el Senador Ricardo Monreal.
La crisis que detonó este miércoles en el municipio de Calera, demuestra una vez más el grado de incapacidad de quien dirige la seguridad pública en Zacatecas. Queda claro que sus alcances están muy lejos de dar certeza y generar confianza entre la población. No existe la inteligencia necesaria para hacer frente a los grupos delictivos.
La presencia del gobernador ayer en la Secretaría de Gobernación fue para negociar la salida del secretario de seguridad pública y en breve se sabrá quién será el relevo en el mando policiaco. Zacatecas ya no puede resistir más la indolencia de los mandos policiales.
Hoy son otras seis familias que lloran a sus policías caídos; Hoy son más los ciudadanos que lloran a sus desaparecidos; hoy son menos los zacatecanos que habitan esta tierra porque han salido huyendo; hoy son más lo que claman justicia, pero son más lo que gritan por la paz.
Esto no puede seguir así. Urge un manotazo en la mesa que nos ayude a encontrar el camino de la esperanza. La estrategia falló.