Vínculo copiado
Rubén Ibarra demuestra que el ejerce el poder y ya no lo comparte
06:04 miércoles 15 febrero, 2023
ColaboradoresLa desesperación y la impotencia llevaron a los “golpeadores del Grupo Universidad” a tomar decisiones arrebatadas que los podrían llevar a enfrentar a la justicia por la posible comisión de varios delitos después de conocer que no tuvieron la capacidad de movilizar a los profesores universitarios para estallar la huelga en la Máxima Casa de Estudios. Mucho se dijo, en este mismo espacio, que la disputa por estallar la huelga rebasaba el plano de lo laboral y se convertía en un asunto de carácter político, y los resultados dejan al rector con la enorme capacidad de tomar las decisiones que juzgue pertinentes sin tener que someterse a los viejos caciques de la institución, que ahora ven como su poder se esfuma y surge una nueva opción política universitaria. Muy lastimosa resultó la exhibición del exsecretario general del sindicato, Crescenciano Sánchez y del ex rector Antonio Guzmán Fernández, quienes no tuvieron la capacidad política de movilizar a la base de profesores, quienes con este resultado demuestran que ya no están dispuestos seguir sometidos a la tutela de Alfredo Femat Bañuelos y compañía. El emplazamiento puso en juego el futuro de la Universidad y dio pauta el surgimiento de un nuevo régimen universitario, que termina con una etapa de concentración de poder que ni siquiera tenía el rector en turno, sino que era delegado al mayor cacique en la historia de la institución. Alfredo Femat ve como se aleja la oportunidad de buscar el manejo de la “Fundación SPAUAZ”, y con ello la posibilidad de buscar espacios de negociación con el poder para buscar alguna candidatura a la senaduría en el 2024. En pocos días el “Grupo Universidad” perdió todo lo que le quedaba, le quitaron a los coordinadores de programa en los planteles de la Preparatoria, perdió la votación para el estallamiento de la huelga y ahora se perfila, con un inefable Juan Badillo, a buscar la secretaría general del SPAUAZ en el mes de mayo. La medición de fuerzas dejó claro que el poder ya lo tiene el rector, que el “Grupo Plural” ha sido solo una marioneta más del diputado Alfredo Femat usando como soldados de batalla a los Viramontes Cabrera y la minoría jerezana de la Unidad Académica de Derecho, quienes con sus arrebatos, alejaron el poco poder de convencimiento que aún tenían. Soplan nuevos tiempos en la Universidad. Es claro que no está resuelto el problema del adeudo histórico y que ahora se convierte en la prioridad del Rector. El poder del “grupo Universidad” se diluyó en la nada y ahora sólo le queda la diputación federal, cuya posición se mantiene alejada del poder presidencial de López Obrador y mucho más alejado del poder que rodea al gobernador David Monreal. En el plebiscito sumario de delegaciones votaron solamente mil 383 profesores de los dos mil 989 con derecho, por lo que al no alcanzar el 50 por ciento más 1 que determinan los estatutos, se declara la invalidez del procedimiento, y con ello, se conjura el movimiento de huelga, aceptando de manera tácita, el incremento salarial del cuatro por ciento propuesto por la rectoría. Esta disputa permite observar que ahora Rubén Ibarra asumió el cargo de Rector, que ejerce el poder y ya no lo comparte. Esperamos que sea para bien de la Universidad.