El futuro del presidente del PRI, Alejandro Moreno Cárdenas está en el aire. Sus malos resultados electorales, los escándalos que lo acompañan y la revuelta interna, lo tienen contra las cuerdas. Ayer, a puerta cerrada, casi una decena de expresidentes de su partido, le plantearon dejar el cargo, aunque él “está negado”, cuenta un asistente a la reunión. “Nos dijo que se va en agosto del próximo año”, dijo. En el terreno electoral, ‘Alito’ es el dirigente que más derrotas acumula en la historia del PRI. Entre el año pasado y este, el tricolor perdió 10 gubernaturas. Cerrará 2022 gobernando solo tres entidades, dos de las cuales van a las urnas el próximo año, Coahuila y Edomex. No se explicaría el crecimiento de la 4T en el territorio sin los descalabros priistas. Morena y sus aliados, que en 2018 no gobernaban ninguna entidad, terminarán el año con 22 gubernaturas. Moreno Cárdenas no ha logrado generar cohesión con sus propios gobernadores que, en no pocos casos, han terminado, o por darle la espalda o por construir su propia ruta de salida, lejos del priismo. Ejemplos, sobran: de Sinaloa a Oaxaca, pasando por Hidalgo y hasta Campeche. La unidad priista está rota. El pasado fin de semana, expresidentes del PRI, públicamente le pidieron una reunión ante el “momento especialmente delicado” que atraviesa el partido. Demandaron el encuentro, pues consideran que el futuro del PRI está en riesgo. La reunión se dio ayer en el CEN. El encuentro que se extendió por más de cuatro horas “fue tenso y ríspido a momentos”, relatan algunos asistentes a esta columna. El diagnóstico que le plantearon es que el priismo está “desdibujado y sin liderazgo”; ‘Alito’ señaló que quienes más critican “son quienes no se paran en las campañas”.

Ambas partes tienen razón, pero quizá para comprender por qué el priismo ha perdido en el terreno electoral, hay que revisar de quién se hace acompañar. Los votantes priistas no se sienten cómodos votando por el PAN, así como los panistas prefieren apoyar a MC antes que votar por un priista (como en Campeche o NL el año pasado). Mientras, Morena se nutre de las estructuras tricolores (no se explica de otra forma el triunfo dos a uno el 5 de junio de candidatos morenistas en estados gobernados por el PRI, como Hidalgo y Oaxaca). En otro frente, ‘Alito’ ha perdido margen de maniobra luego de ser exhibido en grabaciones (ilegales) que lo comprometen. A eso hay que sumar el reportaje de Mexicanos Contra la Corrupción, que lo muestra como propietario de más de una treintena de bienes inmuebles, que además habría adquirido con esquemas dudosos, sino es que ilegales. Algunos de esos inmuebles, por cierto, ayer fueron visitados por la Fiscalía de Campeche, mientras se desarrollaba el encuentro en el CEN del PRI. Moreno Cárdenas está en el ojo del huracán y no se ve fácil que logre ponerse a salvo. Sus mayores resortes ya ni siquiera están dentro del PRI, sino en las dirigencias del PAN y PRD. A ellos ancla su futuro, y de él depende también el de la alianza. Si cae ‘Alito’, como ficha de dominó, la siguiente pieza podría ser la de la coalición Va Por México. Veremos. POR MANUEL LÓPEZ SAN MARTÍN

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