Los precios de la tortilla no bajarán en los siguientes meses y existe el riesgo de que sigan aumentando; el kilo podría llegar a los 24 pesos en 2023, alertó Blanca Estela Mejía, fundadora y presidenta de Red de Maíz.  Mejía sostuvo que una vez que termine el plan contra la inflación del gobierno federal (mejor conocido como el Pacic) es decir, en febrero, el precio de la tortilla se podría volver a incrementar.  Mejía también advirtió que los altos precios de la tortilla afectarán el consumo, el cuál se había fortalecido durante la pandemia.  "En 2013 se consumían ocho tortillas diarias, para 2019 bajó hasta dos tortillas por habitante, pero con la pandemia se recuperó a seis tortillas”, reveló Mejía.  Frente a dicha cifra, reconoció que el principal reto de la industria es mantener la recuperación que la tortilla mostró en los últimos años, gracias a que los consumidores estaban comiendo más en casa, sin embargo, los precios que ha alcanzado este alimento podrían comenzar a jugar en contra.  Destacó que insumos como la harina y el gas se han encarecido significativamente. "Desde inicio de este año hasta agosto las harineras han incrementado el precio de la tonelada de harina de maíz hasta en tres mil 90 pesos, lo que repercute en 1.50 pesos en cada kilo de tortilla que se vende al público”.  Mejía dijo que tanto los tortilleros como los productores de masa sufren el efecto negativo de las alzas desproporcionadas en los insumos, lo cual los ha llevado a ajustar el precio al consumidor.  La representante de las tortillerías explicó que, si en 2020 una “maleta de masa” de 50 kilos costaba 275 pesos, actualmente está en 380 pesos; aunado a ello, el litro de gas LP pasó de 11.5 pesos el litro a 12.09 pesos.  De acuerdo con datos de la Red de Maíz Ciudad de México, 95% de las tortillas que se vende en México se hacen en tortillerías y su producción se divide en 50% masa nixtamalizada y 50% harina de maíz.  Mejía consideró que el programa Pacic del gobierno no tiene un fuerte impacto en los precios, ya que la harina con descuento no es la más usada por las tortillerías. 

En su opinión, para que realmente se genere una reducción de precios se requiere desde una mayor producción local de maíz, hasta centros de acopio y una mejor distribución del grano. Acotó que los fabricantes de tortilla se enfrentan a otro desafío: Segalmex (Seguridad Alimentaria Mexicana), pues no ha permitido que la reserva estratégica de maíz se distribuya entre los productores para intentar contener los precios. Tortillerías son negocio 

Al ser cuestionada sobre si la situación actual podría afectar la cantidad de tortillerías que operan en nuestro mercado, consideró que, aunque algunas cierran, hay gente que considera que invertir en una tortillería es un buen negocio, por lo que constantemente surgen nuevas unidades, lo que ayuda a compensar los cierres. --

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