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El Ejército israelí prácticamente implantó un estado de sitio en Gaza, que proporciona casi a diario terribles imágenes
21:02 sábado 2 agosto, 2025
ColaboradoresLa imagen internacional de Israel recibe cada vez más golpes, que en parte son autoinfligidos. Empeñado desde el 8 de octubre de 2023 en una guerra de atrición contra el grupo guerrillero palestino Hamás, en la región de Gaza, las acciones del gobierno israelí hacen olvidar que el inicio del actual choque fue un ataque terrorista que provocó más de un millar de muertos y secuestró a más de 200 rehenes (y todavía retiene algunos).
Pero desde entonces, ha habido al menos 59 mil muertos palestinos, mayormente civiles. El Ejército israelí prácticamente implantó un estado de sitio en Gaza, que proporciona casi a diario terribles imágenes y reportes de niños y ancianos desnutridos, enfermos.
Además, en los últimos meses prácticamente es rara la semana en que no se reporten muertes, o masacres de palestinos, a manos de tropas israelíes, en especial alrededor de sitios donde se reparte comida a las decenas de miles de desplazados por los ataques israelíes.
El hecho, sin embargo, es que se trata de una de esas situaciones en que cada bando saca argumentos de las barbaridades y los excesos del otro. Pero deliberadamente, omite las propias o las presenta como resultado de necesidades creadas por el conflicto.
Ninguno es santo, ni inocente. Para bien o para mal, esa dicotomía nació con la creación del estado de Israel, en 1948. Hamás es un grupo político-guerrillero palestino que se convirtió en el gobierno del territorio de Gaza, donde habitan más de dos millones de palestinos. De creer al gobierno israelí, Hamás instaló cuartelillos, arsenales y hasta bases de ataque en la vecindad o de plano, en escuelas y hospitales.
Para el gobierno del primer ministro, Benjamin Netanyahu, eso no fue un disuasivo. Simplemente, un inconveniente que ahora pone a prueba la amistad de otros países y garantiza, de paso, su propia permanencia en el gobierno y fuera del alcance de un Poder Judicial que lo investigaba por corrupción.
La campaña militar israelí se ha ampliado desde entonces a Líbano, a Yemen, a Irán y a últimas fechas, a Siria.Ya son dos años en pie de guerra y no hay para cuándo o dónde terminar. Por lo pronto, sin embargo, puede decirse que va de victoria en victoria. Pero el precio es muy alto en todos los sentidos.
La imagen de la nación israelí recibe cada vez más golpes, pese al respaldo de las comunidades judías en el exterior, de militantes prosionistas y algunos bloques cristianos fundamentalistas, especialmente en Estados Unidos.
Con todo, pese a las protestas de algunos y las amenazas de otros, la existencia de Israel no está ya en peligro. Es una realidad lograda a sangre y fuego, y muchos de los gobiernos que hoy lo critican estarán de su lado si ese fuera el caso.
Incluso algunos países árabes están dispuestos a reconocerlo, pero no en las actuales circunstancias.
Pero mucho de lo que hacía a Israel merecedor de solidaridad, comienza a olvidarse, ante su aparente pasó de víctima a victimario.
POR JOSÉ CARREÑO FIGUERAS
COLABORADOR
@CARRENOJOSE