El ejército israelí anunció que ha transformado alrededor del 30% de la Franja de Gaza en “zona de seguridad”, lo que impide vivir allí a los palestinos, después de afirmar que seguirá bloqueando la entrada de ayuda humanitaria al territorio, donde sigue su ofensiva militar. El ejército israelí afirmó que, como parte de la reanudación de sus operaciones, había “logrado el control operativo total de varias zonas y rutas clave en toda la Franja”. Israel reanudó el 18 de marzo los ataques aéreos y terrestres en la Franja de Gaza, y puso fin a un alto el fuego de dos meses con el movimiento islamista palestino Hamás que había detenido en gran medida las hostilidades en el territorio. PRESIÓN MILITAR LA ÚNICA FORMA DE PRESIONAR A HAMÁS El ejército añadió igualmente en un comunicado que había atacado alrededor de mil 200 “objetivos terroristas” por vía aérea y que había realizado más de 100 “eliminaciones selectivas” desde el 18 de marzo. Altos funcionarios israelíes afirmaron en repetidas ocasiones que la presión militar era la única forma de obligar a Hamás a liberar a los 58 rehenes que aún permanecen retenidos en Gaza desde el ataque del 7 de octubre del 2023. Ayer, al menos cinco palestinos murieron a consecuencia de un ataque perpetrado por las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) contra una tienda de campaña usada por desplazados en Beit Lahia, en el norte de la Franja de Gaza. DETIENEN A ELEMENTOS DE HAMÁS

Autoridades libanesas detuvieron a tres miembros del grupo palestino, sospechosos de haber lanzado cohetes hacia Israel, indicó a AFP un responsable de seguridad. Pese a la tregua en vigor desde fines de noviembre, que puso fin a la guerra entre Hezbolá e Israel, cohetes fueron lanzados desde el sur de Líbano hacia el territorio israelí los días 22 y 28 de marzo. Los disparos no fueron reivindicados y Hezbolá negó cualquier implicación. Hamás, aliado de Hezbolá, reivindicó disparos de cohetes contra Israel en varias ocasiones desde Líbano. Con información de Excélsior