La inflación en Estados Unidos perdió fuerza en julio. Tuvo nulo aumento respecto a junio y se ubicó en 8.5% a tasa anual, inferior al 9.1% de junio. De confirmarse esta tendencia sería positivo para México, pero los analistas creen que todavía no hay que cantar victoria. De acuerdo con el reporte del Departamento del Trabajo de Estados Unidos, el precio de los energéticos, principalmente de la gasolina, descendió, lo que provocó que el indicador sorprendiera al consenso de analistas, quienes esperaban que la inflación se ubicara en 8.8%. Sin embargo, el precio de los alimentos siguió aumentando, fue el caso de los cereales, el pan y los lácteos. Positivo para México 

La desaceleración en el dato de la inflación es positiva para México; si se confirma que va en descenso, esto podría indicar que la economía estadounidense no se va a enfriar al grado de llegar a una recesión, situación favorable para nuestro país, que envía 80% de sus exportaciones a dicho mercado. Además, de acuerdo con Jacobo Rodríguez, analista de Black Wallstreet Capital México, el hecho de que el aumento en los precios de los energéticos haya disminuido es alentador, si se considera que importamos combustibles. "El impacto que nosotros pudiéramos ver es una desaceleración en el concepto energético, esto es relevante porque sí ayuda al integrar las expectativas inflacionarias, los energéticos son muy relevantes para el índice de precios en general. Pudiéramos esperar que hacia el siguiente mes, el dato de agosto aquí en México pudiera presentar alguna desaceleración respecto al mes anterior”, dijo. ¿Y la Fed? 

El dato de inflación generó optimismo en los mercados, principalmente porque hace pensar que la Fed de EU podría ser menos restrictiva en su política monetaria, es decir, subiría las tasas de interés a menor ritmo o hasta podría dejar de hacerlo. “Como las tasas están subiendo, se arroja la señal de que la economía de EU pudiera desacelerarse. Se tiene alta probabilidad de que EU caiga en recesión en los siguientes 12 meses. Si la inflación comienza a desacelerarse, la Fed va a decir que subió su tasa lo suficiente, ya no la sube para no crear efectos negativos en la economía, eso provocaría que las expectativas de la recesión disminuyan y el crecimiento económico de EU se mantendría dinámico, evidentemente eso nos arrastra a nosotros”, expuso Rodríguez. Pronto para cantar victoria 

Humberto Calzada, economista en jefe para Rankia Latinoamérica, consideró que el riesgo de que la inflación en el país del norte se mantenga elevada continúa.  "El riesgo potencial sigue al alza, no podemos descartar los riesgos, si bien la inflación disminuyó por los energéticos, seguimos viendo precios altos y al final eso sigue causando estragos en la economía”.  De acuerdo con él, la inflación de Estados Unidos debe, por lo menos, tener dos meses de desaceleración para confirmar que está siendo controlada.  "Coincido con el consenso de analistas, tendríamos que ver que la reedición de precios siga siendo de manera sostenida”, concluyó el especialista. --

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