En México, la enfermedad renal crónica representa la tercera causa de muerte, y en este momento aqueja a casi 250 mil personas porque la cifra aumenta debido a la gente con obesidad, hipertensión y diabetes, de acuerdo con el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP). Mientras que un trasplante renal en México cuesta al menos 176 mil pesos, por año, la diálisis peritoneal y la hemodiálisis tienen un costo de 412 mil y 453 mil pesos cada una, según el INSP. Un trasplante es un regalo invaluable. En Guanajuato, el número de donadores de órganos y/o tejidos ha aumentado, convirtiéndose en uno de los estados del país con mayor número de trasplantes, sobre todo de riñones. De cada 10 familias guanajuatenses a las que se les solicita el consentimiento para donar los órganos de sus seres queridos fallecidos, sólo tres se niegan. Y el número es mayor en trasplantes de gente viva, buscando que familiares o amigos salgan adelante de cualquier problema de salud. México vive una epidemia de enfermedades renales, debido a la proliferación del consumo de comida chatarra y del incremento de hábitos sedentarios. También se realizan trasplantes de páncreas, intestinos y corazón, pero éste no se efectúa en Guanajuato. A nivel nacional se realizan unos 30 trasplantes de corazón por año, 250 de hígado, y casi 3 mil de riñón. El doctor Rodrigo López Falcony, director del Sistema Estatal de Trasplantes en el estado de Guanajuato, ha liderado el proyecto de trasplante de riñón de dos hermanos. Ella, de 35 años de edad, ha ofrecido parte de su cuerpo para que su hermano viva. Él tiene 28 años y debido a un padecimiento congénito, sus riñones ya no funcionan. Con información de Excélsior